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Bomberos: ¡No nos rendimos!
“Se podrán rendir otros, pero nosotros no, muchos nacimos para proteger la ciudad del fuego”. El Grupo G100+1, Energía Costa Azul y Emprendedores del Valle de Guadalupe les donaron equipoRedacción/EL VIGÍA
Ensenada, B. C.
“Desde que tengo uso de memoria en Bomberos, siempre ha faltado algo: bomberas, equipo, uniformes. Lo que no cede, son los incendios… y el valor”, sostiene Edgardo Salinas, presidente de la Asociación Pro Bomberos de Ensenada.
Médicos que se retiran ante la pandemia, policías que renuncian por la inseguridad, pero no los bomberos, aunque la época de los grandes incendios en la ciudad quedó atrás, en cierta medida por los nuevos protocolos y medidas de seguridad en los negocios, pero también porque Ensenada tiene bomberos muy buenos.
La constante es la falta de herramientas necesarias, “pero tenemos bomberos y encargados muy capaces, y hemos sabido resolver en los momentos críticos. A veces nos vemos rebasados por lo mismo, como el año pasado”.
Los bomberos necesitan más estaciones, más elementos, también, pero, “hemos estado ahí en tiempo y forma. Recientemente, por la cercanía, llegamos a tiempo a la Óptica Piwi, que, de haber estado en otro sitio, se hubiera ido todo su patrimonio. Se le salvó el 90 por ciento y quizás toda la cuadra”.
Lo nuestro, agrega, es salvar lo más que se pueda del patrimonio de la gente.
La Asociación Pro bomberos ha emprendido una nueva etapa para ayudar al gobierno “porque entendemos que no nos puede dar todo. Trabajamos para tener cosas para nosotros”. Así, ayudar al gobierno.
Hace poco menos de un año, a raíz de fuertes incendios que se registraron en las colindancias de la zona urbana, La Misión, Valle de Guadalupe, Valle de Santo Tomás y la periferia de Ensenada -todos simultáneos- el Grupo G100+1, Energía Costa Azul y los emprendedores del Valle de Guadalupe, coincidieron en la necesidad “de entrarle” al equipamiento, radios y bomberas.
“Tengo ganas de ver un departamento de bomberos diferente en todo sentido. No ha quedado por nosotros, pero nos falta mucho. Ensenada se merece un departamento de bomberos diferente, porque, si en este momento salgo a un incendio a Loma linda queda desprotegida la zona centro. Cuando baje, habrá un problema más grande”.
De acuerdo a la norma, Ensenada debería contar con al menos 500 bomberos para la ciudad y al menos otras cinco estaciones. “No hemos crecido. Nos faltan estaciones en El Sauzal, el Sector Poniente, Loma linda, El Roble, Encinos, Gómez Morín”.
Radios y ambulancias de primer nivel
En julio de este año, un equipo de radiocomunicación de primer nivel, con valor superior a los 330 mil pesos, fue donado al H. Cuerpo de Bomberos de Ensenada para fortalecer su operatividad en la atención de emergencias para el bienestar de la población.
El presidente municipal, Armando Ayala Robles, agradeció este donativo efectuado por la empresa Energía Costa Azul y el grupo G100+, pues se solidarizaron en apoyar a una corporación.
De acuerdo con el alcalde, desde hacía 30 años no se había entregado equipo de radiocomunicación a los bomberos.
En esta administración, el gobierno municipal ha equipado dos unidades extintoras, mangueras y uniformes. El Fideicomiso de Ensenada, creado con un fondo de 7 millones de dólares de Energía Costa Azul, donó dos ambulancias modelo 2020 totalmente equipadas.
Álvaro Muñoz, gerente de Energía Costa Azul, señaló que el apoyo es un ejemplo de coordinación entre empresas, Gobierno y asociaciones para que estén mejor equipados y brinden mejor respuesta ante las emergencias.
El representante del Grupo G100+, Ricardo Lerma, aseveró que trabajando en conjunto se logran grandes cosas, “y pues en 30 años, Ensenada no contaba con equipo de radiocomunicación”.
Este donativo inició con una carne asada por cooperación de mil pesos por personas, para que el dinero recaudado, se destinará a beneficiar al cuerpo de bomberos, sumándose la CMIC y Energía Costa Azul.
Además del monto en equipos, Energía Costa Azul incluyó dos años de mantenimiento al equipo radiocomunicación. Los bomberos migraron a la tecnología digital.
Incendio en Peñitas
Cuando la zona de Peñitas ardía, los bomberos adivinaron el problema mayúsculo que enfrentarían.
No llevaban mangueras lo suficientemente largas. Efectivamente, no les alcanzó y el incendio creció, con pérdidas de vivienda que a la postre se repusieron con la intervención del gobierno local.
Ensenada cuenta con 220 Bomberos activos distribuidos en ocho estaciones, aunque la de San Antonio de las Minas, recién inaugurada, no esté en condiciones plenas de operar.
“Falta construirla porque se trata de la caseta de Covid-19, en El Sauzal pasó a ser estación, sólo tienen camión de bomberos que adquirieron emprendedores del Valle de Guadalupe”.
“Mal necesario”
No hace mucho, recuerda Edgardo Salinas, un político dijo que los bomberos “éramos un mal necesario”.
Lo decía porque todo es caro, empezando con los uniformes retardantes al fuego que se adquieren en 400 dólares, pantalón, camisa y zapatos.
Sin embargo, todos tienen uniformes que compran con sus propios recursos. “De otro modo no se puede trabajar, y aquí todos estamos por vocación”.
Administrativamente, el departamento de bomberos realiza inspecciones de negocios que cuenten con extinguidores, salidas de emergencia, instalaciones de corriente, sistema contra incendios, primeros auxilios, búsqueda y rescate, evacuación y materiales peligrosos.
Pero, su vida cotidiana es, literal, en el fuego.
“Nosotros no nos rendimos. Se podrán rendir otros, pero nosotros para eso estamos, y muchos para eso nacimos, para proteger la ciudad del fuego”.
Hace apenas una semana, uno de los elementos sufrió un infarto en pleno ataque a un incendio. Acudía por el siniestro de un auto en la Colonia Márquez de León.
“Afortunadamente fue atendido por un paramédico nuestro que logró estabilizarlo para su atención”, apunta.
El infarto no es una casualidad. Durante toda su vida como bomberos, los “tragahumo” hacen honor al apelativo, dice Salinas. “Inhalamos tóxicos, vapores, humos, de ahí los infartos y derrames cerebrales. Es la vocación y para eso estamos”.
También están para tolerar a la población que no tiene cultura de manejo. No ceden el paso o no saben cómo actuar ante las sirenas de los camiones cisterna de bomberos.
Y están a cargo de la seguridad de los inmuebles y la vida de los ciudadanos, aunque el departamento no esté considerado en los fondos de seguridad nacional que se destina para la protección de la población.
Pero, concluye, “no nos rendimos”.
Fotografía: cortesía de Alejandro Zepeda
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