“El lenguaje del amor es el lenguaje de Cristo”: Obispo

KARLA PADILLA/EL VIGÍA
kpadilla@elviga.net | Ensenada, B. C.

El lenguaje del amor es el lenguaje de la Iglesia, de Cristo y a veces lo cambiamos por querer hablar otros lenguajes del mundo actual, señaló Rafael Valdez Torres, obispo de la Diócesis de Ensenada.

Durante la homilía de este domingo de Pentecostés, el obispo señaló que esta fiesta celebra la llegada del Espíritu Santo, enviado por Jesús a sus discípulos, que debe aprovecharse como una renovación personal, de vida, de fe, de actitudes y de comportamiento.

“Hay distintos dones y carismas, Dios nos ha dado a cada uno distintas cualidades, dones, servicios, pero todos formamos parte de una sola comunidad, la comunidad eclesial, la comunidad que guía el Espíritu Santo, la comunidad de Nuestro Señor Jesucristo”, comentó.

Por ello, continuó, es necesario permitir que el Espíritu Santo doblegue la soberbia, caliente la frialdad y enderece nuestras sendas, para llenarnos de dones y virtudes que nos permitan serle fiel a Jesús.

Egoísmo como confinamiento
Valdez Torres recordó que los planes y proyectos diocesanos, parroquiales y grupales se quedan muchas veces en eso, porque no se invoca al Espíritu Santo para pedirle esa luz y esa energía para actuar en nombre de Cristo, confiando más en la habilidad humana y el prestigio social.

El jerarca de la Iglesia católica en Ensenada exhortó a pedir al Espíritu Santo que nos haga salir de ese confinamiento interno lleno de egoísmos y debilidades, para que nos quite la venda de los ojos y podamos ver qué actitudes hay que dejar de lado y cuáles implementar.

Además, pidió ayuda al Espíritu Santo para que nos permita enfrentar esta pandemia y sentir la esperanza de salir pronto de esta situación de contagios y posibles muertes.

“Que nuestra sociedad se renueve, que las actitudes de servicio que debemos tener todos los que ejercemos servicio de autoridad, sea una verdadera renovación, una actitud nueva que aprendamos autoridades civiles y eclesiásticas y de todo tipo, aprendamos a ver a nuestros hermanos como hijos de Dios, como hermanos nuestros y no como botín para intereses particulares”, finalizó.