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“Iluminan” estudios la materia negra de ADN

Raquel Garza Gómez charló con integrantes del Grupo Cultural 20 Mujeres de Ensenada sobre los transposones y su participación en la evolución de los seres vivos
miércoles, 10 de noviembre de 2021 · 03:10

BENJAMÍN PACHECO/EL VIGÍA
bpacheco@elvigia.net | Ensenada, B.C.

La investigación alrededor de los transposones y cómo han participado en la evolución de los seres vivos, además de estar relacionados con enfermedades como el cáncer, formaron parte de la plática a cargo de la maestra Raquel Garza Gómez ante el Grupo Cultural 20 Mujeres de Ensenada. 
La estudiante de Doctorado en la Universidad de Lund, Suecia, compartió el tema “La Materia Negra de Nuestro ADN”, en la XII conferencia virtual de la asociación civil presidida por América Goldbaum. 
Garza Gómez, graduada de Ingeniería en Cibernética Electrónica en Cetys Universidad y, al mismo tiempo, licenciada en Artes de Gestión por la City University of Seattle, repasó los conceptos básicos de la célula, sus partes y funciones, hasta llegar al descubrimiento de los transposones por parte de Bárbara McClintock, genetista de Harvard, quien recibió en 1983 el Nobel de Medicina por estas investigaciones. 
La maestra explicó que el 50 porciento del ADN corresponde a los transposones que, a pesar de los avances, no ha tenido el mismo grado de atención de la comunidad científica, en comparación con las investigaciones de las proteínas. 

“GENES SALTARINES”
Los transposones son “genes saltarines” que se copian y pegan en diferentes lugares del ADN; en millones de años de evolución de las especies, desde las bacterias hasta los humanos, los transposones cargan con secuencias que son acumulativas. 
Garza Gómez detalló que los transposones están relacionados con la diversidad en la especie humana, pero también se pueden descontrolar y generar problemas.
Una de las primeras enfermedades que, se supo, estaban relacionadas con la inserción de un transposón fue la hemofilia A; posteriormente lo descubrieron en la esclerosis lateral amiotrófica, depresión y esquizofrenia, además de diferentes tipos de cánceres y sus distintas progresiones. 
“Esto sucede porque si son tan destructivos, la célula trata de evitar que los transposones hagan cambios en el genoma, que ‘salten’ o ‘se expresen’. Una manera de ‘silenciarlos’ es compactar el ADN, pero con la edad este proceso se va relajando. Esto también ha llamado la atención de investigadores sobre el Parkinson o Alzheimer”, comentó.
La estudiante de Doctorado enfatizó en que actualmente trabajan en distintos proyectos, con muestras de cáncer o individuos que sufrieron algún traumatismo encefálico, por citar algunos ejemplos.
“¿Y de qué nos sirve estudiarlos? Entre más sabemos, mejor actuamos. Puede tener potencial terapéutico. No existe todavía, pero es en lo que estamos trabajando”, concluyó la invitada del Grupo Cultural 20 Mujeres de Ensenada.

 


 

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