Exigen cambiar kiosco y saber de árbol de corcho

Benjamín Pacheco/EL VIGÍA
bpacheco@elvigia.net | Ensenada, B. C.

Por segundo día consecutivo, la comunidad lectora de El Vigía exigió al gobierno municipal que cambie el modelo de kiosco para el Parque Revolución, además de que explique que pasó con un árbol de corcho que estaba en dicho lugar. 
Esto, en seguimiento a la serie de críticas compartidas por las y los usuarios ante la renovación del parque, mismo que está en un 98 por ciento de alcance y próximo a presentarse, según declaró en días pasados el presidente Armando Ayala Robles. 
Jaime Zepeda Ávalos reflexionó: “En lo personal, son tres cosas que lamento mucho: el kiosco que sólo tenía con algún arreglo, pues era una estructura histórica; las bancas de granito que también eran históricas; y el árbol de corcho que estaba a la orilla de la calle Obregón. Son lamentables esas pérdidas”. 
Lily Escobar coincidió con esta postura: “Había un árbol de corcho. Tenía como 100 años, o más. Espero que no lo hayan tirado”, al igual que Pablo Del Río: “¿Y el árbol de corcho (alcornoque)?, ¿Se salvó?”. 
Vanessa Rodríguez cuestionó la realidad con el proyecto presentado: “El parque no se ve para nada como nos lo presentan en imágenes, a menos que a la entrada nos den unos lentes de realidad virtual”.

Árboles secos
Carmen Tucker Arjona recordó: “Antes de la ‘grandiosa obra’, los árboles no estaban secos. Caminaba diario por ahí. También había un árbol de moras muy verde, grande. No sé si sigue ahí. Esto que ha estado haciendo el presidente (Armando Ayala) es un atropello descarado a la ciudad. Nosotros, ciudadanos de Ensenada, no podemos seguir de brazos cruzados viendo cómo destruyen y cómo se va el dinero de nuestros impuestos”. 
La usuaria Payo Maldo-Urías señaló que se sentía insegura de llevar a sus hijas al parque: “Tampoco me gustaba que el área de los juegos casi siempre estaba ocupada con mesas y sillas, por señoras ensombrerados que iban todas las tardes a jugar dominó. Ya parecía bar. Una que lleva a sus hijas a pasear a los juegos no tenía donde sentarme nunca. Como mamá, me sentía insegura de llevar a mis hijas: voltea una para atrás y estaba todo el viejerío borrachil dando mal aspecto. A ver si con este nuevo parque hay más orden”. 
Y Melissa San insistió en la importancia de que existan espacios arbolados en el puerto: “De por si no hay árboles en Ensenada, parques o áreas verdes. Y por pura ineptitud dejaron morir a esos árboles que albergaban a miles de aves migratorias. Qué vergüenza, dizque proyecto de 4ª”. 
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