Colocaron escultura  de “rana patas rojas”

KARLA PADILLA/EL VIGÍA
kpadilla@elvigia.net | Ensenada, B. C.

Para dar a conocer la existencia de la rana de patas rojas, especie en peligro de extinción en esta región, la asociación civil Fauna del Noroeste colocó una escultura de este ejemplar sobre un camellón del Bulevar Costero, ubicado frente al Centro Cultural Riviera. 
Anny Peralta García, directora ejecutiva de la asociación civil, destacó que se trata de una figura a base de llantas, con dimensiones de metro y medio, que retrata a la rana draytonii, y que fue elaborada por un artesano local. 
Explicó que la intensión es dar a conocer esta especie, ya que, en general, los anfibios son especies poco carismáticas o que generan desagrado, sin embargo, son importantes para el ecosistema, pues son indicadores de la calidad del agua o se alimentan de los moscos, que son los que suelen transmitir enfermedades. 
En ese sentido, comentó que hay estudios en Sudamérica que indican que la disminución en las poblaciones de anfibios, que son los que consumen mosquitos, ha causado el aumento de enfermedades como la malaria. 

Recuperada en Ensenada
Peralta García detalló que la rana de pata rojas se distribuye desde San Francisco, California, hasta el arroyo Santo Domingo, en San Quintín, pero la especie desapareció durante un tiempo desde Los Ángeles, California hasta San Rafael, en Colonet. 
Mencionó que en Ensenada, hace aproximadamente 30 o 40 años podía encontrarse en el arroyo San Carlos o el arroyo San Miguel, en La Misión, pero la llegada de otras especies como la rana toro, que es más grande, la contaminación y el crecimiento urbano desaparecieron el hábitat de la rana nativa. 
Añadió que cuando inició el proyecto de recuperación de la especie, encontraron que había realmente muy pocos ejemplares, pues en los muestreos nocturnos se encontraban entre 12 y 15 ranas, comparado con California, donde cada noche se contaban más de 100 anfibios. 
Para recuperar las poblaciones, dijo, se comenzó a restaurar los hábitats creando cuerpos de agua como refugios para colocar sus huevecillos y crecieran ahí, retirar especies exóticas que habían sido introducidas, entre otras acciones, con lo que tres años después lograron ya contabilizar 200 ranas. 
“Hace 50 años, por ejemplo, Ensenada obviamente era muy diferente y tenía esas lagunas costeras donde había mucho Tule, mucha vegetación acuática y muchas especies, probablemente la rana de patas rojas, pero con el crecimiento urbano han ido desapareciendo”, expresó.

Crean asociación 
La cofundadora de Fauna del Noroeste comentó que la asociación nació en 2017 ante la necesidad de tener mayor información científica sobre las especies, lo que ocasionó después empezar con proyectos de conservación en las poblaciones de fauna que se encuentran en peligro de extinción. 
Al inicio, dijo, el proyecto comenzó buscando la causa de extinción de la especie para poder cambiar esos daños y trabajar en el crecimiento de las poblaciones, y así analizar dónde viven, dónde ya no, cuántas hay o si están creciendo o disminuyendo, para implementar estrategias de recuperación. 
“Sí podemos restaurar los ecosistemas y devolver un poquito el daño que hicimos, que también nos beneficia a nosotros al regresar la rana, pues regresan sus depredadores como las culebras, algunos mamíferos, algunas aves, el ecosistema vuelve a florecer de cierta manera”, concluyó.