Dejó pandemia 2 años perdidos en aprendizaje

Benjamín Pacheco/EL VIGÍA
bpacheco@elvigia.net Ensenada, B. C.

Se calcula que a nivel mundial la pandemia por el Covid-19 ocasionó la pérdida de 1 a 2 años escolares en el aprendizaje, pero el gobierno mexicano se ha negado a evaluar o diagnosticar con certeza “el daño” a nivel nacional, señaló el doctor Eduardo Backhoff Escudero.

El presidente del consejo directivo de Métrica Educativa, A.C., lo declaró a la prensa tras su conferencia “El futuro de la educación en México”, ante socios y socias de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), encabezada por el doctor Joel Velasco Ariza. 

“En México, el gobierno se ha negado a evaluar y a diagnosticar con certeza que tantos aprendizajes se han perdido. Lo más que han hecho es mandar algunos tipos de pruebas o exámenes de conocimientos a los maestros, para que individualmente lo apliquen y tengan una idea, pero no sabemos nacionalmente el daño de ese problema”, afirmó. 

Backhoff Escudero analizó que, si un muchacho dejó de aprender, o tuvo muchos huecos en dicho aprendizaje, tendrá problemas al acceder al siguiente grado escolar, a menos que hubiera un programa por parte del gobierno para recuperar esos aprendizajes perdidos. 

Y progresivamente, no en tres meses como se propusieron, aclaró, sino que al menos en un año pudiera recuperarse lo que no se aprendió en dos, además de que tampoco se ha visto un presupuesto que apoye a las y los profesores que enfrentarán la diversidad de niveles en el estudiantado. 

Puntualizó que tampoco existen apoyos económicos, materiales y ayudantías para el profesorado, pues serían los que permitirán la nivelación. 

Sobre las materias en las que se vería de entrada el impacto, el también psicólogo refirió las matemáticas y la comprensión lectora. 

FAMILIAS SIN RECURSOS ANTE LA PANDEMIA
En el contexto de pandemia, Eduardo Backhoff Escudero refirió que, conforme a un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), alrededor del 50 % de los hogares no contaban con recursos digitales o internet en casa.

Esto dificultó que el estudiantado atendiera el programa “Aprende en Casa”, implementado por la Secretaría de Educación Pública (SEP). 

Muchos de esos estudiantes, en el caso de primaria, pudieron atenderlo con su celular, prosiguió, es decir, en un aparato o dispositivo que no era el adecuado básicamente por su tamaño, para poder atender clases 4 horas, o las que fueran, y también para comunicarse.

Recordó que, de las familias pobres en México, que son alrededor del 50 % de la población, hay un 8 o 9 % que sufren pobreza extrema, es decir, que no tienen qué comer o con dificultades para conseguir sus alimentos. 

A esta situación se le sumó que, en una familia de 5 integrantes, por ejemplo, contaban con un solo dispositivo electrónico para atender las clases y seguir las indicaciones del profesorado, por lo que tenían que distribuirlo.

“El otro problema son los espacios: la gran mayoría de gente pobre tiene espacios muy reducidos, nada apropiados para poder aprender, pues hay ruidos, intervenciones, distracciones”, comentó. 

Por lo anterior, es que no se sabe cuántos de los estudiantes en realidad atendieron las clases, de si fue al 100 %, un poco, o de plano nunca atendieron las mismas.