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Migración, moneda de varias caras

Ante las crisis económicas que viven los países, sus habitantes buscan nuevas oportunidades que en su nación no se las da, por eso buscan migrar a sitios donde puedan mejorar su calidad de vida
miércoles, 18 de diciembre de 2024 · 01:08

Marco Aguilar/EL VIGÍA
maguilar@elvigia.net | Ensenada, B. C.

Ramiro y Eizon no se conocen, pero comparten una misma característica: son migrantes.
Ramiro Padilla es mexicano y, ante la crisis económica, la falta de oportunidades, la devaluación del peso, se vio obligado a emigrar a Estados Unidos.
Eizon Ramírez Pérez es cubano, pero por el contrario, terminó sus estudios y decidió venir de vacaciones a México en 2010 y ya nunca se fue. 
Para Ramiro Padilla, el fenómeno de la migración no se podría explicar sin la intervención de Estados Unidos en países de Centro y Sudamérica, así como las medidas restrictivas que ha tenido para con México, lo que obliga a las personas a huir de su forma de vida. 
“La violencia que se ha generado en México gracias a la importación de armas norteamericanas, gracias al dinero que aporta el narcotráfico, empuja estas olas de migración hacia Estados Unidos. Entonces, la migración pasó de por necesidad económica a evolucionar a una migración por ramificación, primero de mano de obra más calificada y lo otro por motivos de violencia”, señala el autor del libro El blues del migrante.

Pero, ¿qué es y por qué sucede?
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un migrante es cualquier persona que se traslada fuera de su lugar de residencia habitual, ya sea dentro de un país o a través de una frontera internacional, de manera temporal o permanente, y por diversas razones. 
Y de acuerdo con Ramiro Padilla Atondo, quien se autodescribe como padre de familia, migrante y trabajador de la construcción que escribe, en su libro “El blues del migrante” y parafraseando a Humberto Eco, hay dos fenómenos distintos: “uno es el de la migración que es totalmente natural y otro es el de la inmigración, que es un fenómeno políticamente controlado. 
Las migraciones han sido naturales, inherentes a la humanidad, desde que la humanidad se concibe como tal; mientras que la inmigración nació con el surgimiento de Estado-Nación. De esta idea de que los Estados tenían que tener frontera y se tenían que separar unos de otros”.
Las razones pueden ser variadas, desde la falta de oportunidades, crisis políticas, violencia y hasta por fenómenos naturales, son miles las personas que cada año deciden abandonar sus hogares para buscar una mejor vida en otro destino distinto al suyo. 
“Me tocaron las progresivas devaluaciones, hasta llegar al punto en que en una ciudad como Ensenada, víctima de varias crisis económicas, el embargo atunero, aquel asunto de Brisa Mar, la caída del peso, la sucesiva crisis, me empujaron a, ya con familia, con dos niñas, me empujaron a tener que irme a otro país a buscar oportunidades económicas”, recuerda.

México, país destino
Con el paso de los años ha cambiado el perfil del migrante, señala Padilla Atondo. Asegura que, mientras que en los años noventa el perfil del migrante mexicano que iba a Estados Unidos era generalmente de provincia y que se dedicaba al campo; ahora, el mexicano que emigra cuenta con mayores calificaciones, con maestrías o doctorados, ya se le considera mano de obra especializada.
Además, el fenómeno de la migración ya no se limita a la salida de trabajadores mexicanos hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, sino que ahora son miles los que deciden quedarse y no cruzar el territorio mexicano y menos la frontera norte, a causa de la violencia, los peligros y el endurecimiento de los operativos del gobierno estadounidense.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en los últimos cuatro años ha ido en aumento la emisión de Tarjetas de Residente Temporal (TRT), que se entregan a extranjeros que buscan permanecer por más de tres meses en el país. Las nacionalidades de mayor solicitud de TRT son Estados Unidos, Colombia, China, Cuba, Canadá, Argentina, India y España.
Los extranjeros que buscan que su estancia sea como residente permanente en México, también han aumentado en los últimos años, al pasar de 40 mil 543 en 2019 a 69 mil 129 en 2023,  pero las nacionalidades de solicitud son distintas. Honduras, Guatemala, Estados Unidos, Venezuela y Colombia, encabezan las solicitudes de Tarjetas de Residentes Permanentes (TRP).

BC, elegido por migrantes
Como nunca en la historia, México ha pasado de ser un país expulsor o de tránsito de migrantes, para ser cada vez más un país de destino y retorno migrante, así lo demuestra el Boletín Anual 2023 de Estadísticas Migratorias para México de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En los últimos años se ha registrado un aumento en la llegada de migrantes en nuestro país, siendo 2023 el de mayor pico de eventos de personas en situación migratoria irregular de acuerdo con las autoridades migratorias, al pasar de 441 mil 409 en 2022 a 782 mil 176 en 2023, de los cuales 113 mil 660 casos correspondieron a niñas, niños y adolescentes.
Los casos de migraciones irregulares registrados en 2023 fueron principalmente de 10 nacionalidades, encabezadas por Venezuela, seguida de Honduras, Guatemala, Ecuador, Haití, Cuba, Colombia, El Salvador, Senegal y Nicaragua. 
Entre las cinco entidades predilectas por los migrantes, por su cercanía con Estados Unidos, se encuentra Baja California. Sin embargo, el primer lugar lo ocupa Tabasco, donde se contabilizaron a 292 mil 457 en 2023; le sigue Chiapas con 229 mil 986; 66 mil 453 en Veracruz; 33 mil 939 en Baja California y 26 mil 173 en Coahuila. 

Dos visiones diferentes
Vivir con miedo, fue para Ramiro Padilla lo más difícil de su estancia en Estados Unidos como migrante mexicano. Recuerda que se vive siempre con angustia, de saber si un día podía ser descubierto y deportado.
“Uno como migrante nunca termina de acostumbrarse a ese sufrimiento, a esa amenaza existencial de saber que estás construyendo algo en un país que no es el tuyo y que eso se puede acabar en un momento, te pueden echar. Se maneja la migración por medio del miedo, pero el migrante aprende a vivir con el miedo”, afirma. 
En cambio para Eizon Ramírez Pérez lo más difícil de vivir en México y en Ensenada, fue adaptarse a un nuevo sistema de vida, costumbres, clima, a una nueva cultura, a la comida, música, lejos de su país y de costumbres que vivió durante su infancia y juventud. 
Otra de las dificultades que ha enfrentado es lo complicado de ser nacionalizado mexicano, aún casado con una mexicana, pues ahora tiene prestaciones de las que no puede disfrutar por el hecho de no contar con el documento que lo acredite como ciudadano nacionalizado mexicano, como el Infonavit. 
Justo eso coincide Ramiro Padilla, quien afirma que a Estados Unidos le conviene la migración ilegal, pues los trabajadores no cuentan con derechos ni prestaciones, como a una pensión, a la vivienda, salud o educación. 
Sin embargo, pese a los contras, para ambos migrantes -uno legal y otro de forma indocumentada- ha habido cosas buenas de este cambio, como la estabilidad económica en distintas proporciones, el apoyar a sus familias y el crecimiento como persona.

 

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