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Blasfemia al Espíritu Santo sin perdón por la eternidad

lunes, 10 de junio de 2024 · 00:00

KARLA PADILLA/EL VIGÍA
kpadilla@elvigia.net | Ensenada, B. C.

Levantar falsos y la blasfemia son problemas de la vida social y cristiana, pues en la actualidad se niega y se rechaza que se les perdonen sus pecados, porque no se necesita de Dios, compartió Rafael Valdez Torres, obispo de la Diócesis de Ensenada.
Durante el mensaje dominical de esta semana, difundido a través de las redes sociales de la Diócesis de Ensenada, el obispo recordó que Jesús señaló que la blasfemia contra el Espíritu Santo no tiene perdón y será un pecado eterno, porque es la ceguera voluntaria ante la acción de Dios.
“Este pecado es la resistencia y endurecida a la verdad y aleja al hombre de la humildad y del arrepentimiento, y sin arrepentimiento no puede haber perdón; en otras palabras, es no querer ser perdonados, es resistirse a aceptar la misericordia de Dios”, expuso.
El jerarca de la Iglesia católica en Ensenada explicó que la blasfemia no se comete sólo con palabras, sino también con hechos, pues peca contra el Espíritu Santo quien no se siente necesitado de Dios, el que se cree sin pecado o el que se cierra al llamado de Dios a la conversión. 
“Quien endurece el corazón a tal punto que no le interesa Dios, se comete la falta cuando con las actitudes se le manifiesta a Dios que no interesa, que se está bien sin él, que no se le necesita o cuando se considera que Dios no puede perdonar”, agregó.
Aunque Dios respeta la decisión de cada persona, aseguró que este pecado no se perdona no porque él no quiera, sino porque la persona no permite que se le perdone y no quiere ser perdonada. 

Permanecer en el mal
Reiteró que la blasfemia contra el Espíritu Santo es el pecado cometido por el hombre, quien reivindica en permanecer en el mal, a través de cualquier pecado y rechazar el perdón de éstos. 
“El hombre queda encerrado en el pecado, haciendo imposible por su parte la conversión y, por consiguiente, también la remisión de sus pecados, que considera no esencial y sin importancia para su vida”, concluyó. 

 

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