Advierte la Corte ‘ríos de ilegalidad’

Agencia Reforma
Querétaro, Querétaro

México nada en ríos de ilegalidad, pero no es sólo porque las autoridades no hagan cumplir las leyes, sino porque los ciudadanos no están dispuestos a acatarlas, afirmó el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar.

Durante la conmemoración del 101 aniversario de la Carta Magna, el ministro insistió en que el principal enemigo de la Constitución es su incumplimiento.

“Se ha afirmado que ‘el País nada en ríos de ilegalidad’. No es sólo que las autoridades no hagan cumplir las leyes. Es que los ciudadanos tampoco están dispuestos a acatarlas. O como decía Héctor Aguilar Camín: la falta de respeto a la ley está incrustada en el corazón de las creencias ciudadanas”, recriminó.

El ministro calificó como alarmante que la Encuesta Nacional de Cultura Constitucional revele que el 84 por ciento de los mexicanos considera que la Constitución se cumple poco o nada.

“También los ciudadanos debemos estar conscientes de que cumplir con la ley, con nuestros deberes, favorece la paz social.

“Exigimos, sí, a la autoridad, el cumplimiento de la ley, pero también seamos nosotros, como ciudadanos, conscientes de cumplir nuestras obligaciones”, advirtió.

PROVOCAR EL DESORDEN
No cumplir la ley, aseveró, es provocar el desorden, es mentir a la sociedad, es permitir que se haga abuso del poder legal o de facto, es creer que en la corrupción o el engaño se puede tener paz.

“Por ello, no es posible pensar que vamos a triunfar sobre la injusticia y la corrupción si no se tiene claro que el respeto a la ley es el respeto a nosotros mismos”, abundó.

Demandó a servidores públicos y ciudadanos cumplir la Constitución, para que el culpable no quede impune o, simplemente, para que se viva un país donde impere la confianza.

El presidente de la Corte insistió en que aunque la Carta Magna se la norma máxima, de nada sirve si no se aplica con efectividad.

“Es producto del diálogo de todos los mexicanos. Es, en suma, el parámetro fundamental de control en el ejercicio del poder, sobre el que descansa la seguridad jurídica de todas las personas y la única posibilidad de estructurar una sociedad democrática con seguridad jurídica y con respeto a los derechos de todos.

“Y todos, absolutamente todos, tenemos la obligación de cumplirla, en la medida de nuestras atribuciones”, dijo.

Incluso, dijo, el Poder Ejecutivo y Legislativo están conscientes de que ellos deben ser los primeros en respetarla, que el artículo 128 Constitucional es el que menos reformas ha sufrido en 100 años, por ello al tomar protesta en su cargo, prometen guardarle y hacerla cumplir.