Pide OCDE financiar educación superior

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó una vez más que el gasto en educación superior en México está por debajo de lo recomendado, pues mientras la matrícula ha crecido en el país en más de 812 por ciento en los últimos 47 años, el gasto por alumno se ha estancado.

El organismo también alertó que en México la asignación del presupuesto para las instituciones públicas de educación superior obedece a negociaciones y no a fórmulas, que responden al modelo ideal para dicho tema.

El estudio ‘El Futuro de la Educación en México’, presentado ayer por el secretario general del organismo, José Ángel Gurría, respalda lo acusado por la OCDE y advierte que no existe una relación directa entre los recursos que reciben las universidades con su matrícula, sus actividades o resultados.

RECURSOS POR FÓRMULAS
“La asignación de recursos públicos a las instituciones públicas de educación superior no se basa en fórmulas, sino en los costos históricos y negociaciones”, aseveraron los especialistas en el documento.

En tanto, señalan que el sistema de asignación carece de transparencia y conduce a diferencias injustificadas en el financiamiento por estudiante entre subsistemas y dentro de ellos.

En un evento en la Secretaría de Educación Pública (SEP), frente al nuevo titular de la dependencia, Esteban Moctezuma, el secretario general de la OCDE llamó a “garantizar la equidad”.

Al tiempo que resaltó que dicho principio también requiere “recursos financieros adecuados y bien utilizados”.

GASTO ANUAL POR ESTUDIANTE
En el estudio recién presentado se detalla que, en 2015, el gasto anual por estudiante en instituciones de educación superior públicas del país fue de aproximadamente 9 mil dólares ajustados por la paridad de poder adquisitivo, lo que significa cerca de un tercio del nivel ajustado en Estados Unidos.

También, indica que el porcentaje de jóvenes con educación superior es inferior al promedio de la OCDE pues el 23 por ciento de los jóvenes, entre 25 y 35 años, cuentan con ese nivel educativo, mientras que el promedio de la OCDE es el 43 por ciento.