Nacional

Deja Muñoz Ledo la Mesa Directiva

Los panistas festejaron que se hubiera reconocido su derecho de presidir la Cámara de Diputados
viernes, 6 de septiembre de 2019 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

Porfirio Muñoz Ledo bajó de la tribuna agarrado del brazo de los asistentes legislativos. El mayor de la Cámara de Diputados, con 86 años, el más preparado, dejó la silla de la presidencia de la Mesa Directiva y buscó su lugar entre las 500 curules. Su espacio estaba en una esquina perdida, en la extrema izquierda, arriba del PT, pero el morenista Sergio Pérez le cedió la suya, la 273, más hacia el centro, junto al pasillo para que no tenga obstáculos para salir.

“Lo iban a mandar hasta allá arriba. Luego le dieron la 274, pero se la cambié por la mía y me pasé a la 275. ¡Total que hicimos un desmadre!”. Se reía Pérez al final de la sesión mientras los panistas festejaban que se hubiera reconocido su derecho de presidir la Cámara.

En tres días, los panistas lograron que Muñoz Ledo se desistiera de repetir como presidente. Luego, impidieron que Morena reformara la Ley Orgánica para quedarse con el cargo los tres años. Encima de todo, exhibieron que la mayoría morenista no obedece a nadie. Ni a su coordinador, Mario Delgado, que se había comprometido con respetar la ley, ni a López Obrador, quien había sugerido no hacer reformas a modo.

SE LLEVAN TODO
El PAN ganó todo: la nueva presidenta sería Laura Rojas. Derrotados, regañados por López Obrador, los morenistas se contentaban con corear el nombre de quien ya se iba. “¡Porfirio! ¡Porfirio!”.

Y Muñoz Ledo, ex presidente del PRI y del PRD, ex candidato presidencial, que se despedía del último cargo de gran importancia, miraba desde abajo del Salón de Plenos, reconociendo de nuevo el terreno. Nadie se había convertido en calabaza, como había advertido al iniciar la sesión.

“A las 12 de la noche se acaba por mandato de ley nuestro encargo y de carrozas nos convertimos en calabazas. pero dejamos, por ahí un zapato. Oigan, por favor a los coordinadores que hagan su tarea”, dijo por la mañana.

Mientras el PAN insistía en que fuera Laura Rojas. Morena quería al menos elegir al candidato panista.

Nadie que hubiera insultado a Muñoz Ledo, nadie que hubiera pecado contra López Obrador, exigía Morena.

“Si queremos que venga alguien que nunca haya pecado, bueno y sano, que lo traigan de Marte”, atajó el priista René Juárez.

Parecía un exceso de confianza en que la mayoría puede imponerse. Un día antes Morena rechazó tres propuestas del PAN. Ayer, el rumor era que el candidato fuera Marco Antonio Adame. El panista tuvo que salir a decir que sólo aceptaría lo que su partido le ordenara.

EXIGEN NO OFENDER A AMLO
Por la tarde, los morenistas todavía encerraron en un auditorio y se aferraron. Hablaron de su mayoría, de que por qué aceptar que la derecha les impusiera. Salieron una hora más tarde. Unos comentando ya que sería Laura Rojas. Otros quejándose de que a los ultras se les olvidaba que eran diputados gracias a López Obrador.

El último pataleo fue de la petista Hildelisa González que pidió a gritos que el PAN se comprometiera a no ofender más a la coalición mayoritaria ni a López Obrador. Lo que no sucedió: 349 votaron a favor, 37 abstenciones y 42 en contra de Rojas.

“Espero que sea la última aventura de la partidocracia”, decía Porfirio, parado junto a su curul. Resumía la jornada y su vida: “Encabecé la alianza para que el PRI perdiera la hegemonía, fui presidente de la Cámara, volví al frente de los diputados que era el germen de Morena,y ahora regreso de nuevo a defender mis ideas”.

No se cumplió lo de la calabaza, dijo. “Perfecto, pero ahí dejé mi zapatilla”, dijo.

Mario Delgado se acercó a despedirlo:
“Eres el Batman de la democracia en México”, le dijo su coordinador.

“Y tú el Robin. el Robin, a veces”, respondió Muñoz Ledo.
 

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