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Sopesan migrantes opciones limitadas

jueves, 23 de enero de 2020 · 00:00

AP
Tecún Umán, Guatemala

Cientos de migrantes centroamericanos varados en Guatemala sopesan sus limitadas opciones para entrar a México mientras son vigilados por elementos de la Guardia Nacional y de inmigración.

Los migrantes desean vivir y trabajar en México o continuar el viaje rumbo a Estados Unidos. Para ese fin, algunos se separaron de la caravana estancada y se fueron por su cuenta para cruzar en grupos pequeños a cierta distancia del puente fronterizo del río Suchiate -que forma un cuello de botella en la ruta de los migrantes con dirección al norte-, con la esperanza de eludir a los agentes.

Una mujer en Ciudad Hidalgo, México, dijo que vio a entre 30 y 40 personas correr hacia la parte sur del puente y pasar sin que las fuerzas de seguridad las detuvieran a primeras horas de la mañana.

Pero tres jóvenes que trataron de eludir a la Guardia Nacional a través de los matorrales fueron capturados y enviados de regreso al lado guatemalteco.

Aquellos que lograron cruzar enfrentan diversas dificultades en México, con puntos de control y más patrullas que buscan y detienen a los migrantes.

SE DISPERSAN EN EL RÍO
El padre Fernando Cuevas, quien opera el refugio llamado la Casa del Migrante en la localidad fronteriza de Tecún Umán, en el lado guatemalteco, dijo que los grupos se han dispersado a lo largo del río Suchiate, intentando cruzar a México.

“Sin embargo, si hay la Guardia Nacional en México, si hay agentes de migración, están al tanto y están deteniendo en los puntos claves”, dijo.

Varios cientos de migrantes descansaban ayer sobre mantas y catres de lona azul al otro lado de la calle donde está el refugio, en un terreno con césped del tamaño de una cancha de futbol americano donde se colocaron tiendas de campaña y carpas para albergar a los migrantes. En un día normal, la Casa del Migrante recibe a la gente a cuentagotas en lugar del enorme flujo de miles de personas que se ha visto en los últimos días, señaló el sacerdote.

Los migrantes hicieron una fila, con los hombres de un lado y las mujeres en el otro, para recibir un desayuno caliente compuesto por spaghetti con “hot dogs”, tortillas, plátanos fritos y una ensalada de zanahoria y rábano.

Leonel Suárez, un operador de máquinas de 29 años y oriundo de San Pedro Sula, señaló que esperaba que pudieran llegar a un acuerdo con las autoridades mexicanas para que los migrantes pudieran ingresar al territorio, pero si eso no se logra no descarta otro intento para cruzar en masa. Una iniciativa similar terminó con altercados, gente lanzando piedras, detenciones y la mayoría de los migrantes regresando a suelo guatemalteco.

Mientras que menos de una decena de migrantes se bañaba en las aguas poco profundas del Suchiate, enjabonándose de pies a cabeza y luego enjuagándose, los agentes mexicanos los observaban con calma desde el otro lado.

Decenas más descansaban bajo la sombra, listos para entrar en acción con los escudos antidisturbios en caso de ser necesario, pero más tranquilos que durante las confrontaciones de los últimos días.

Unos drones sobrevolaban el río en distintas partes, proporcionando vigilancia desde el cielo.

RESULTADO: ACUDIR A ‘COYOTES’
Los críticos creen que las medidas adoptadas por las autoridades mexicanas, que han sido celebradas por Washington, sólo tendrán un resultado: hinchar los bolsillos de los coyotes, los traficantes de seres humanos.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pregonó el éxito de la estrategia de su gobierno ayer, apuntando que muchos de los migrantes han empezado a regresar voluntariamente a sus países de origen.

En tanto, el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf, elogió las acciones de México.

“Las labores de la Guardia Nacional mexicana y de otros agentes han sido hasta ahora efectivas para mantener la integridad de su frontera, pese a los brotes de violencia y desobediencia de la gente que trata de ingresar ilegalmente a México para dirigirse a Estados Unidos”, comentó Wolf.

Señaló que el DHS (siglas en inglés de su departamento) monitoreaba de cerca a la caravana y que tenía a decenas de agentes ayudando con las labores a lo largo y ancho de Centroamérica.

ICE TRABAJA CON GUATEMALA
La semana pasada, periodistas de la AP vieron a algunos agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) trabajando con la policía guatemalteca en puestos de control ubicados en las carreteras mientras los miembros de la caravana pasaban por ahí. Estados Unidos indicó que estaban en el sitio para ayudar a capacitar y asistir a los agentes locales.

“Absolutamente deben estar muy satisfechos con su actuación (de México) porque en realidad es su plan (de Estados Unidos)”, manifestó Guadalupe Correa Cabrera, profesora en la Universidad George Mason que está investigando cómo se forman las caravanas.

Comentó que es un tema complicado para México, pero que no tenían por qué haber colocado a la Guardia Nacional en la frontera para manejar la inmigración, pues no está capacitada para hacerlo.

En junio del año pasado, México anunció que iba a desplegar a la recién formada Guardia Nacional para ayudar a las autoridades de inmigración, con el fin de que Trump no impusiera aranceles a las importaciones mexicanas, algo que había amenazado hacer.

El número de migrantes estancados en la frontera de Guatemala con México continuaba disminuyendo ayer, mientras las detenciones, deserciones y gente que decidió irse por su cuenta erosionaban la cohesión de la caravana.

SALEN PRIMEROS AUTOBUSES
Durante la noche, los primeros autobuses de repatriación partieron de Tecún Umán con decenas a bordo, y el martes México comenzó a enviar de regreso a Honduras, en avión o en autobús, a cientos de migrantes que habían cruzado la frontera.

Siete camiones más partieron de México hacia Honduras el miércoles, llevando a otros 240 migrantes de regreso a su país, así como otros dos vuelos con 220 hondureños adicionales, informó el Instituto Nacional de Migración de México. Para el miércoles, el número de personas afuera de la Casa del Migrante era quizás la mitad de lo que había sido en su punto máximo el domingo por la noche.

Walter Basilio, de 40 años y oriundo de Cortés, Honduras, era uno de los que decidió subirse a un autobús.

“Está muy cabrón para cruzar para el otro lado ahora. Sí, mejor retornar a la casa”, expresó.

Aunque las caravanas de los últimos años han atraído la atención, representan una pequeña fracción del tráfico migratorio habitual que se mueve de Centroamérica hacia el norte a través de México.

El Instituto Nacional de Migración de México informó el miércoles que más de 2 mil centroamericanos habían sido detenidos en puntos de inspección en los estados sureños de Chiapas y Tabasco en la víspera. No comentó cuántos de ellos podrían haber formado parte de la caravana.
 

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