Elección en suspenso

AGENCI REFORMA

Cumberland, Pensilvania
Entre de un valle agrícola que cosecha manzanas, la estación de bomberos en la zona rural de Cumberland es un microcosmos de los territorios rurales que mantienen la posibilidad de que el presidente Donald Trump pueda ganar Pensilvania.

Con 20 votos en el Colegio Electoral, el estado es considerado un territorio demócrata pero el abandono en la zonas industriales y el reforzamiento de los valores rurales lo hicieron un granero de sufragios de un populista de derecha que aún tiene esperanza de repetir una vez más como mandatario.

“Si no hubiera sido por él, que decidió ayudar a gente como nosotros, no habríamos sobrevivido este verano”, apuntó Linda Kern, chofer de autobuses escolares tras votar a favor de Trump en este condado de Adams, situado en un parque nacional que rememora una batalla clave de la Guerra Civil.

En un universo paralelo dentro del mismo condado, decenas de estudiantes y personal académico de una universidad local en el centro de Gettysburg llegaban en un flujo constante para votar, en su mayor parte, por el candidato demócrata Joe Biden como una alternativa de unidad.

“Hay mucha más gente en esta comunidad votando hoy que lo que nunca vi en la vida”, comentó Carey Greenwald, una empleada del Gettysburg College. “Yo voto por la igualdad de matrimonio”.

Aún cuando los demócratas saben que la zona del sur-centro de Pensilvania pudiera estar perdida para su causa, el propio Biden hizo campaña ayer en la gran ciudad de Filadelfia, intentando provocar un movimiento de los votantes progresistas que compense a los conservadores.

Según las encuestas de salida citadas por la cadena ABC, la mayor parte de los residentes del estado -52 por ciento- desaprueba la forma en que Trump está manejando el país, siendo la pandemia, la economía y los temas raciales, los temas que las personas citan como centrales.

Resultado podría tardar días
La realidad es que Pensilvania es solo un microcosmos de desacuerdos más amplios en EU que han sido amplificados por un año sin precedente en la cual una pandemia, una magna crisis económica y fuertes tensiones raciales se han mezclado con un presidente abiertamente polarizador.

Con casi 6 millones de votos contabilizados en la elección presidencial previa, los electores de Pensilvania podrían tener la decisión de quien logra obtener los 270 votos necesarios en el Colegio Electoral para ganar la Casa Blanca, pero el camino podría tardar días.

Ante una participación masiva provocada por el alto interés en la elección y la pandemia, las autoridades estatales permitieron que los votos por correo puedan contabilizarse hasta después de 3 días tras el día formal de la elección, que fue ayer, en tanto tengan un sello previo.

Para los demócratas, una combinación de electores de minorías en las grandes ciudades de Filadelfia y Pittsburgh son la única oportunidad para calmar el populismo de las áreas rurales decididas a defender a un campeón que explota la división.