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RAÍCES

Segno: la tierra donde nació Kino Los Chini, descendientes de nuestro misionero, me recibieron con gran calidez y me trataron como si fuera de su familia; para ellos la memoria de Kino es sagrada, y cualquier bajacaliforniano o sonorense que los visite es un hermano
lunes, 30 de marzo de 2020 · 00:00

CARLOS LAZCANO/COLABORACIÓN
carloslascano@hotmail.com | Ensenada, B. C.

Ya desde hace algún tiempo, he estado dedicado en la escritura de un libro que se llamará “Kino en California”. En el reconstruyo toda la historia de la labor del misionero jesuita de origen italiano, Eusebio Francisco Kino, en favor de la Antigua California.

Recordemos que el padre Kino fue el primer misionero que trabajó en la Antigua California, y fundó en ella dos misiones. La primera se llamó Nuestra Señora de Guadalupe de Californias y fue establecida en la actual bahía de La Paz, Baja California Sur, en abril de 168, hace 337 años. Fue establecida entre los indios guaicura. La segunda que fundó fue la de San Bruno, que estuvo cerca de donde hoy está Loreto, y funcionó entre 1683 y 1685. Pero esto fue solo el inicio de la obra de Kino en California.

Para escribir mi libro, he seguido los pasos de Kino en todos los lugares donde estuvo. Así que un día, tomé el avión, crucé el charco y me dirigía a Italia, específicamente al pequeño pueblo de Segno, en el norte, muy cerca de la frontera con Austria, justo en las estribaciones de esa gran cadena de montañas que es los Alpes.

Kino nació en dicho pueblo, el 10 de agosto de 1645. Segno pertenece a la región de Trento, pequeña ciudad famosa porque ahí se celebró el Concilio de Trento, entre 1545 y 1563. Esta región fue poblada desde hace más de 2 mil años por grupos celtas. Ahí se desarrollaron poblaciones de vénetos, etruscos y galos. La región fue conquistada por los romanos un poco antes del nacimiento de Cristo.

MEMORIA SAGRADA
Durante el tiempo de los romanos la región prosperó, pero posteriormente fue invadida y sus pueblos destruidos durante la invasión de los godos y los lombardos. Poco a poco se fue recobrando, y hacia los siglos VIII y IX ya tenía cierta importancia, creándose varios principados dirigidos por obispos, cuya sede más importante fue Trento.

Llegué a Trento en tren desde el Lago Garda, una región de gran belleza. Tomé el tren a Segno, que se encuentra justo 31 kilómetros al norte de Trento. El tren me dejó a la orilla del pequeño pueblo, que no tiene más de 700 u 800 habitantes. Fácilmente supe que era Segno porque en su entrada se encuentra una gran estatua del padre Kino.

Caminé hacia el centro del pueblo y no tardé en dar con el Museo del padre Kino, levantado en la misma casa donde naciera Kino e 1645. Frente al museo, se encuentra otra gran estatua de Kino montado en su caballo. En el museo me esperaban don Silvio y don Alberto Chini, descendientes de la familia del padre Kino. El apellido de Kino era en realidad Chini, pero cuando llegó a la Nueva España fue castellanizado como Kino.

Los Chini me recibieron con gran calidez y me trataron como si fuera de su familia y es que para ellos la memoria de Kino es sagrada, y cualquier bajacaliforniano o sonorense que los visite, lo reciben como hermano. Me mostraron con detalle el museo y me pasearon por los alrededores.

PUEBLO HERMOSO
El pequeño pueblo de Segno es realmente hermoso, en un verde valle, rodeado de grandes montañas, varias de ellas con nieve en sus cumbres. En medio del valle corre el río Noce. La región es conocida por sus grandes cultivos de manzana, su producción de vinos y de lácteos diversos. Son varios los pequeños pueblos a lo largo del valle, vecinos de Segno. En todos se conserva una arquitectura antigua, con edificaciones de los siglos XV, XVI y XVII. Aún se conserva en muy buen estado la iglesia en la que fuera bautizado el padre Kino.

El museo de Kino está muy bien montado. Exhibe una serie de objetos, antiguos y modernos, que tienen que ver con Kino y sus tiempos. Ahí hay documentos, mapas, medallas, libros, pinturas, fotografías, diversos objetos, y más cosas sobre Kino. Se exhibe una copia de su fe de bautismo. En una de las paredes se encuentra un mural del maestro Nereo de la Peña, que muestra la trayectoria de Kino en Sonora. Al visitar este espacio uno se siente más en México que en Italia.

Tanto don Silvio Chini como don Alberto Chini me abrieron las puertas de su casa y conviví con sus familias. Don Silvio me mostró varios de los edificios más antiguos de Segno y me llevó al pequeño panteón del pueblo, donde se encuentran enterrados muchos de los antiguos familiares del padre Kino.

La figura de Kino une a Italia con México, Segno es parte de nuestra historia, ya que ahí nació uno de los principales fundadores de lo que hoy somos. De ahí parten algunos de los valores más importantes que nos conforman.

Ciertamente para mi fue muy emocionante estar en estos lugares con tanta historia, y parte de esa historia es nuestra.

UNIDOS POR PERSONAJES
Kino, al igual que la figura de muchos otros misioneros nos hermana con Europa, y nos hacen ver que todas las geografías se encuentran unidas por personajes que salieron de sus lugares de origen para llevar sus valores a otras partes y fundar con amor países y regiones a las que les dedicaron lo mejor de su vida.

Cuando Kino salió hacia España y de ahí hacia América en 1678, hace 342 años. Nunca regresó a Segno, ni volvió a ver a sus padres ni a su familia, ni a su patria. Rechazó un excelente puesto en la Universidad de Ingolstadt para irse de misionero a México. Así era el amor de esos grandes hombres, que lo dieron todo por sus ideales.
 

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