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RAÍCES

Odiando nuestras raíces Los que odian nuestra herencia hispana, que hablan español y se rigen bajo leyes heredadas de España, no hablan alguna de las más de 60 lenguas indígenas que existen en nuestro país; no viven en alguna de las comunidades indígenas que tenemos, ni mucho menos sufren o al menos se solidarizan con la marginación y abusos que sufren los indígenas, hoy día
sábado, 4 de julio de 2020 · 00:30

CARLOS LAZCANO/COLABORACIÓN
carloslascano@hotmail.com | Ensenada, B. C.

Si un mexicano odia lo español,se odia a sí mismo


-Miguel León Portilla
En Ensenada, existen algunas personas que odian la importante raíz hispana que los mexicanos tenemos. Esa raíz hispana es uno de los aspectos fundamentales de nuestra identidad, por lo que odiar una parte de lo que somos no es cualquier cosa. Como lo decía don Miguel León Portilla “si un mexicano odia lo español, se odia a sí mismo”.

Comento esto porque hace algunos días, unos pocos ensenadenses, siguiendo esa tendencia racista antihispana en Estados Unidos, de tumbar estatuas de personajes históricos españoles, propusieron tirar las estatuas de Cristóbal Colón y de Juan Rodríguez Cabrillo que se encuentran en los jardines del Riviera. Ciertamente es una propuesta absurda que demuestra un odio, no solo a lo español, sino también a lo mexicano. Además, esta propuesta deja ver un contrasentido, hipocresía y una actitud que le apuesta a la ignorancia y a la pérdida de los fundamentos de la mexicanidad.

Veamos. Los promotores de este absurdo parten de la idea de que los mexicanos somos un pueblo “conquistado”. Esta aseveración es falsa y parte de un desconocimiento de nuestra historia, más aún, de una deformación de nuestra historia.

PRODUCTO DEL MESTIZAJE
El pueblo mexicano nació como producto del mestizaje que los españoles propiciaron al fundar México. Se trata de un mestizaje tanto racial como cultural, predominando la cultura hispana.

No por nada tenemos apellidos de origen español, hablamos español, somos predominantemente católicos, nuestras instituciones son herencia hispana al igual que nuestra cosmovisión y razonamientos.

Curiosamente, los que odian nuestra herencia hispana también hablan español, tienen nombres y apellidos hispanos, se rige bajo leyes y conceptos heredados de España; por lo contrario, ninguno habla alguna de las más de 60 lenguas indígenas que hoy existen en nuestro país; ninguno vive en alguna de las comunidades indígenas que tenemos, ni mucho menos sufren, o al menos se solidarizan, con la marginación y abusos que sufren los indígenas.

Viven echándole la culpa a los españoles por la conquista, pero ésta ocurrió hace 500 años y los españoles se fueron ya hace más de 200 años. Parecen no darse cuenta de la conquista mexicana, la que hoy nuestra sociedad somete a nuestros pueblos indígenas. También, critican fuertemente a los grupos que sí se preocupan por los indígenas y viven con ellos.

DESCONOCIMIENTO DE LA HISTORIA
El odio que estas personas le tienen a nuestra herencia hispana, parte de un desconocimiento de la historia. Critican hechos ocurridos en el siglo XVI, como si hubieran ocurrido en el siglo XXI, ignorando totalmente los contextos históricos de cómo se dieron los hechos, los valores que se tenían en ese tiempo y como se manejaban las cosas.

Tienen un gran desconocimiento de la historia universal. Interpretan nuestra historia en base a conceptos ideológicos, los cuales no buscan conocer la verdad, sino acomodar los hechos a sus conveniencias. Es decir, manipulan la historia nacional.

Le he preguntado a algunas de estas personas sobre qué identidad le quieren dar a los mexicanos, ya que odian la hispana. ¿Acaso la indígena? Creo que no, ya que no veo que los promotores de la tendencia antihispana adopten nombres indígenas o costumbres indígenas, o que vivan en comunidades indígenas. En realidad, no proponen nada,ya que no hay nada que proponer, lo que quieren es a un México que se odie a sí mismo, que reniegue de sus raíces, que esté confundido y extraviado, ya que así será más fácil de manipular.

Al tener un carácter ideológico sus planteamientos, lo que ellos pretenden es tener materia manipulable para cuestiones políticas. Un pueblo que odia sus raíces es un pueblo totalmente manipulable. Un pueblo que ignora su historia, pues pobrecito, a cualquier santo se le va a hincar.

SENTIMIENTO ETERNO DE CONQUISTA
Estos grupos que manipulan así nuestra historia, quieren que los mexicanos nos sintamos “conquistados”, por eso el odio a lo hispano. Un pueblo que se siente “conquistado”, psicológicamente se sentirá inferior, con una gran falta de autoestima. El sentido de inferioridad es muy utilizado sobre todo por ciertos grupos de izquierda, que lo alimentan para sus fines. Creo que en estos tiempos lo estamos viendo claro. Se ensalza la pobreza, y junto a ella la mediocridad, por lo contrario, se ataca a los supuestos “ricos” y de antemano a todos se les tacha de corruptos. Es curioso que sean los políticos actuales quienes acusan de corruptos a los científicos, los artistas, los intelectuales, los médicos, la clase media, cuando ha sido la clase política la principal fuente de corrupción en este país.

En estas personas existe también un alto nivel de intolerancia. Como dijera Daniel Salinas, encarnan una nueva inquisición que juzga en base a sus criterios cerrados y limitados. Se trata de una intolerancia dogmática que pretende borrar buena parte de nuestro pasado.



No veo que los promotores de la tendencia antihispana adopten nombres indígenas o costumbres indígenas, o que vivan en comunidades indígenas; en realidad, no proponen nada ya que no hay nada que proponer, lo que quieren es a un México que se odie a sí mismo, que reniegue de sus raíces, que esté confundido y extraviado, ya que así será más fácil de manipular

 

 

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