Ensenada de 1900 a 1930 Segunda de tres partes

domingo, 11 de diciembre de 2016 · 00:31
Por Heberto Peterson Legrand

Cronista honorario y vitalicio de Ensenada

En 1905 se estableció en el Valle de Guadalupe la Colonia Rusa Molokana, autorizada por el gobierno central, con practicantes del culto religioso Molokano, compraron una extensión de terreno en la ex misión de Guadalupe a su propietario Donald Baker por la cantidad de 48 mil dólares.

La superficie abarcaba una extensión de 5 mil 226.83 hectáreas, además de que se les exento del servicio militar.
El año de 1906 ocupó la presidencia municipal don Manuel Labastida. Para ese año las 12 secciones municipales del Distrito Norte se habían reducido a siete: Ensenada, Tijuana, El Álamo, Mexicali, Santo Tomás, El Rosario y Calmallí.

Al Año de 1907, la jefatura Política y Militar así como el gobierno municipal comienzaron a llevar a cabo los preparativos para festejar el Primer Centenario de la Independencia de México.

Ese mismo año se inauguró el Teatro Centenario, ubicado en la avenida José Manuel Ruiz y calle Séptima que fue administrado por el gobierno municipal, siendo su gerente don José Alanís. También se inauguró la primera parte del Palacio Municipal, ubicado en la Calle Tercera, esquina con Avenida Gastélum.

Defensores del Estado 
Llega el esperado año de 1910 y mientras, en la ciudad capital del país, Ciudad de México, el gobierno de don Porfirio Díaz "echaba la casa por la ventana”, festejando el Primer Centenario de la Independencia con fastuosas fiestas, lucidos desfiles, inauguraciones de monumentos y edificios dedicados a la educación, la cultura, la investigación y la medicina.

Festejo que contó con la representación de 55 países, con el mensaje de que México había entrado a la modernidad. Aquí, en el rincón más alejado de la patria también la sociedad con espíritu patrio conmemoraba el trascendente acontecimiento.

Se inauguró la segunda parte del Palacio Municipal. El día 14 se inauguró el Paseo Hidalgo que contaba con treinta y seis bancas de madera y hierro y un monumento del Padre de la Patria, El cura don Miguel Hidalgo y Costilla, hecha de bronce de dos metros de altura sobre un pedestal de granito de tres metros y medio. El día 16 develó el monumento el jefe Político, Coronel Celso Vega.

En enero de 1911 Mexicali fue tomada por un movimiento armado auspiciado por los Magonistas, Tijuana fue ocupada el 13 de mayo, tras un ataque armado de magonistas, matando a casi todos los defensores.
Finalmente sale un contingente armado de Ensenada y derrota a los agresores, el 22 de junio, devolviendo la soberanía al Estado y país.

Lo que debe quedar muy claro en la conciencia de los bajacalifornianos es que los defensores de Tijuana, todos mexicanos, pelearon con la plena conciencia de que defendían la patria y de que los agresores, según el parte mismo, cuando atacaron en mayo eran extranjeros.

Con el asesinato del presidente de la República, don Francisco I. Madero, y su vicepresidente, así como por el alzamiento del general Félix Díaz, sobrino de don Porfirio, trajo como consecuencia el cambio constante de jefes políticos y Militares en el Distrito Norte de la Baja California con sede en Ensenada.

Lo que provocaron estos señores fue un desencanto entre la población, sobre todo los coroneles Manuel Gordillo Escudero y Francisco Vázquez  de triste memoria por sus malos manejos.


Cambio de capital 
Después llegó otro año funesto para los ensenadenses, el de 1915, ya que el coronel Esteban Cantú cambó la capital a Mexicali con el tremendo y negativo impacto en la economía local que fue muy resentido por la sociedad, agricultura, comercios e industria.

En 1917, el presidente Venustiano Carranza desapareció la figura de jefe político y nombra gobernador del Distrito Norte al mismo coronel Esteban Cantú, quien a su vez quitó la concesión a la compañía inglesa con aprobación de Carranza.

Si bien el primer carnaval se realizó el año de 1891 ya oficialmente comenzaron a realizarse a partir de 1918 y se ha convertido en la fecha de festejos más esperados por el pueblo.

En 1920 los hermanos Bernstein Riveroll instalaron en San Quintín una pequeña planta para enlatar abulón, la cual registraron con el nombre de "Calmex”, y el 22 de mayo de 1922 instalaron una con mayor capacidad en Isla de Cedros, contando para ello con quince buzos japoneses.

Comenta quien fuera uno de los cronistas de Ensenada, el profesor Jorge Olguín Hermida, que fue el gobernador en 1920, don Epigmenio Ibarra, quien le quitó el nombre de Porfirio Díaz al parque para ponerle "Parque Revolución”. 
En esos años llegaban personas de distintos lugares del distrito para conmemorar la defensa de 1911.

Por esos años ya existía en Ensenada un comité de ensenadenses que insistían que el gobernador del distrito debería ser un nativo. 

De manera enérgica se expresaron en ese sentido muchas veces. 

El año de 1920, el Coronel Esteban Cantú, al no tener respuesta de su llamado a la rebelión en contra de Adolfo de la Huerta, quien mando al general Abelardo Rodríguez a combatirlo, decidió dejar el distrito quedando como gobernador al señor don Luis Salazar, quien después se convirtió en un próspero empresario pesquero en Ensenada, lugar donde estableció su residencia y generó importantes fuentes de trabajo.

Escritor ensenadense.

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