Es Frankenstein, clásico de 200 años

Teresa Martínez
Agencia Reforma

El miedo de que la tecnología rebase al ser humano parece muy reciente, pero hace 200 años surgió un clásico literario que ahora es referente en la ciencia ficción: Frankenstein o el moderno Prometeo, de la escritora Mary Shelley.La novela se publicó el 1 de enero de 1818 y ahora es un hito en la literatura de terror.“Nos presenta temas que nos siguen angustiando: la muerte, los avances científicos, las posibilidades de modificar las fronteras de la biología, la trascendencia humana y qué es el hombre”, indica el escritor Ramón López, experto en literatura.La idea de la novela surgió dos años atrás de su publicación, cuando los autores de la época Shelley, Lord Byron, John Polidori Claire Clairmont y Percy Shelley se reunieron por tres días en Villa Diodati, en Ginebra, en 1816.Tras una apuesta entre ellos sobre quién escribiría la mejor historia de horror, Shelley crea Frankenstein, y Polidori el cuento “El Vampiro”.“Es cierto que su génesis es el horror gótico, pero Frankenstein también cae en la ciencia ficción”, define López.“Buena parte de los escritores de ciencia ficción, que hablan de la transformación del ser humano a través de métodos biológicos y tecnológicos, toman como primer antecedente la novela de Mary Shelley”.

Reflexión filosófica 
La ciencia fue un interés de la época victoriana y lo valioso de Frankenstein es que una mujer se adentra en el tema, dice Susana Ruiz, catedrática de literatura. En la obra también se encuentra una reflexión sobre el prejuicio, ahonda Ruiz.“Está la reflexión filosófica en torno a la humanidad, sobre quiénes somos, qué nos constituye. Nunca pensamos en cómo está hecho y de qué está hecho el otro”.Frankenstein es testimonio de que para la segunda década del siglo 19 ya se planteaban los alcances de la tecnología, relacionados con la Ilustración y la Modernidad, relaciona el crítico literario Víctor Barrera Enderle.“El contexto nos muestra cómo se estaba cambiando el imaginario del sujeto moderno, estaban surgiendo miedos, estaban cambiado otros, la idea del mundo había cambiado”, explica.“Supuestamente el ser humano estaba tomando el control de su propia vida, pero eso también creó una angustia”.En la novela,indica el crítico, la relación con la tecnología es más metafórica, nunca se describe el procedimiento minuciosamente, pero sí se sugiere y eso le da un carácter filosófico a la obra.Han cambiado las circunstancias, pero los miedos que inspiraron la creación de Frankenstein siguen presentes en la humanidad.