La Semana Santa más antigua de Baja California

Ensenada, B.C. - La celebración católica de la Semana Santa llegó a lo que hoy es Baja California junto con los primeros misioneros jesuitas. 

Al establecerse la misión de Santa Gertrudis en su actual sitio, la primera en el Estado, es que se da inicio a esta celebración. Fue en el año de 1752 cuando se celebró la primera Semana Santa, presidida por el misionero Jorge Retz, natural de Alemania, quien en ese tiempo era el padre titular de la misión. 

El padre Miguel del Barco, quien misionó en la Antigua California entre 1738 y 1768, detalla acerca de la Semana Santa y de Pascua, en su “Crónica de la Antigua California”, lo siguiente:

“En la Semana Santa se convocan a la cabecera todas las rancherías, y el padre con los cantores hace todos los oficios devotísimos de aquellos santos días. Dispónense procesiones de penitencia, como en la cristiandad más bien formada; y es tanto el fervor de aquellos nuevos cristianos, que se pide a todos irles a la mano en las penitencias de aquellos días.

Celébranse con cuanta solemnidad es posible las fiestas de… Pascuas…  En estos días manda el padre matar algunos toros para repartir su carne a los indios. Y también se les reparte en tales días, con más abundancia que en otros, algunas frutas, como higos, o frescos o pasados, según es el tiempo, sandías, melones, granadas, etcétera, según tiene la misión. 

También suelen ejercitarse en tales días en tirar al blanco con sus flechas, en carreras y otras diversiones decentes, dando el padre algún premio de ropa o de tabaco que mucho aprecian, o de comida a los vencedores”.

Actualmente la Semana Santa sigue celebrándose en Santa Gertrudis y acaba de realizarse su edición número 259. 

Se trata de una de las tradiciones de religiosidad popular más antigua de nuestro Estado, y se conservó a pesar de los muchos años que la misión estuvo abandonada por la iglesia católica. 

Durante los años de abandono, que fueron más de 100, la gente celebró la Semana Santa con los elementos que pudo, fue una prueba de fé muy fuerte, gracias a la cual permaneció la esencia católica en la región y hasta la fecha sigue fuerte.

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La celebración de este año dio principio el Jueves Santo por la tarde, con la llegada del joven sacerdote Gabriel Fierro, comisionado por la Diócesis para el cuidado de las misiones de Santa Gertrudis y San Borja. 

Tradicionalmente la gente de Santa Gertrudis iniciaba la celebración desde el Lunes Santo, así el lunes, martes y miércoles santos rezaban el rosario y meditaban lecturas bíblicas leyendo pasajes correspondientes.

A las cinco de la tarde el padre Fierro presidió la misa de lavatorio de pies y a las seis se llevó a cabo la Adoración Eucarística, reflexionando sobre las lecturas del Evangelio de estos días.

Aunque este año no lo hicieron, es tradición muy local lo que llaman “la presentación del Judas en el templo”, la que se lleva a cabo entre el miércoles y el jueves santo. 

Una persona se disfraza de Judas, con una máscara. Mientras toda la gente se encierra en el templo, cerrando la puerta. 

Empiezan a rezar el rosario y el Judas los interrumpe pretendiendo entrar, por la puerta o por las ventanas en busca de Cristo para entregarlo. Una persona, con una gran matraca espanta y persigue al Judas para impedir que entre y encuentre a Jesús. 

Esta representación es muy divertida y la gente participa con entusiasmo.

El viernes Santo a las 10 de la mañana se llevó a cabo el Viacrucis, con una serie de estaciones alrededor de la misión. Durante este se leyeron diversos pasajes del Evangelio, así como una serie de reflexiones sobre el significado actual de dichos pasajes. 

Posteriormente se preparó el templo para las siguientes celebraciones: Los santos fueron cubiertos con telas moradas y negras en señal de luto. También se preparó una urna que representa la tumba de Cristo, y se arregló con telas blancas y hojas de palma y de otras plantas locales. 

En la urna se colocó al Cristo yaciente, muerto después de haber sufrido la Cruz.

A las cinco de la tarde fue la adoración de la Cruz y enseguida el rosario de pésame. El rosario fue acompañado por los músicos tradicionales, con violín y guitarra, quienes interpretaron el canto de La Paloma. 

Enseguida vino lo que llaman “la Procesión del Silencio”; sacaron la urna del templo, con el Cristo yaciente, y la pasearon en procesión por toda la plaza frente al templo. Toda la gente de Santa Gertrudis participó en esta procesión, la que se lleva a cabo en silencio. 

La procesión pasó frente al panteón misional en señal de que Jesús está sepultado. De vuelta en el templo se hace una guardia ante la urna donde se encuentra Jesús. Esta guardia anteriormente se hacía con rifles en la mano, pero hoy se hace con rifles de madera y participan en ella tanto hombres como mujeres.

El sábado desde temprano se empezó a arreglar la urna para festejar la resurrección de Jesús; se quita al Cristo yacente y se coloca en su lugar la imagen del Resucitado. La urna se adornó con encajes blancos así como con ramas de las plantas de los huertos de Santa Gertrudis; hojas de olivo, granado, laurel, palma, carrizo, así como flores de laurel, bugambilia y otras de la región.

La Resurrección

Para celebrar la Resurección, frente al altar se pone un gran manto negro, como un telón de teatro. Atrás se reúnen todos los niños que harán la representación de angelitos y rodean a la urna, a la izquierda se colocan las niñas y a la derecha los niños. 

Cada niño lleva puesta en la cabeza una coronita hecha con hojas de olivo. Atrás de los niños se colocan los músicos tradicionales, con sus violines y guitarras, para amenizar los cantos que se llevaran a cabo. 

Cuando todo está listo y toda la gente se encuentra dentro del templo, se cierran puertas y ventanas, quedando el templo a oscuras.

Estando todo listo, se tocan las campanas, cae el telón al tiempo que se abren puertas y ventanas del templo y se inician los cantos de Gloria acompañados por los músicos. Los niños arrojan hacia la urna cantidad de pétalos de flores de todos colores y los feligreses festejan la resurrección con aplausos y vivas a Cristo Resucitado. 

Los músicos pasan al frente amenizando con música de la ocasión.

Normalmente esta celebración de la Resurrección se lleva a cabo hacia el mediodía, y enseguida de ella se quema al Judas, pero en esta ocasión el Judas fue quemado hasta el inicio de la noche, a las 7:30 pm. 

Al Judas se le quema en la plaza, frente a la iglesia. Una familia es la que se encarga de hacer al Judas, el que normalmente se hace cartón y papel periódico y trapos, se le viste con ropa vieja y se le coloca una máscara del Diablo y un sombrero. 

Como sabemos El Judas representa al mal. En esta ocasión se le empapó con gasolina y se le encendió con un cerillo, igualmente se le dispararon numerosos tiros con rifle.

Anteriormente al Judas se le ponía pólvora y con disparos se provocaba que se prendiera. A quienes mayor alegría produce la quema del Judas es a los niños, quienes brincan y saltan alrededor del fuego.

Anteriormente, hasta los años 70, en esta Semana Santa había fariseos, quienes se vestían con cobijas viejas, se ponían máscaras y usan palos a manera de armas. Alguien representaba a Pilatos quien siempre iba a caballo.

Después de la quema del Judas la gente se va a comer o descansar y por la tarde vuelven al templo para pagar sus mandas, principalmente los peregrinos. 

Otros oran ante Santa Gertrudis para pedir favores. Existen varias maneras de pagar las mandas, una es asistiendo a las festividades y celebraciones como estas, otra poniendo veladoras o arreglos florales a la santa, así como vestiditos y capitas para la imagen. Otros van a rezar y pasean la imagen de la santa en los alrededores del templo o adentro. Hay quienes contratan a los músicos tradicionales para llevarles algún canto. El culto a Santa Gertrudis sigue siendo muy fuerte en esta región.

Durante esta celebración de Semana Santa hubo unos quince años y un bautizo. Además doña Manuela Urías, la persona más grande de la comunidad, celebró 90 años de edad, y para ello se organizó un baile para después de las celebraciones. 

Regularmente la celebración de Semana Santa remata con un baile.

Para el domingo la maría de la gente empieza a irse, muchos a Guerrero Negro, Vizcaíno, Bahía Tortugas, Punta Abrojos, Villa Jesús María, y las otra comunidades así como a los ranchos de los alrededores.

Como lo decíamos la Semana Santa de Santa Gertrudis es la más antigua del estado y la única que aún conserva la quema del Judas, así como otros elementos muy locales. Esperamos que esta rica celebración nunca se pierda.