Tania I, orgullosa soberana mexicana

Estefania Ibañez/EL VIGÍA
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Vaya noche la que se vivió en la edición 75 del Baile de las Cigüeñas. Dos contrincantes, una ganadora que demostró un “vuelo de cigüeña” magistral.

Tania Murillo fue coronada soberana por brindar un hermoso espectáculo inspirado en la cultura popular mexicana.

Su comparsa estuvo conformada por talentosas damas que lucieron atuendos brillantes y coloridos, caracterizadas algunas con decoraciones de sombreros mexicanos, guitarras, alebrijes y nopales.

Gracia, simpatía y porte
El espectáculo inició con el tema “Cielito lindo”, el cual fue coreado por la concurrencia con gran emoción y sentimiento, y aderezado con el atronador sonido de matracas en los últimos compases.

Cuatro bailarinas ataviadas de rojo ejecutaron una exquisita coreografía con las notas de “Huapango, del célebre compositor José Pablo Moncayo.

La exhibición de talento prosiguió tocando las fibras sentimentales de los asistentes con el clásico tema de mariacho “El son de la negra”, con el cual ocho bailarinas ataviadas con penachos rosas y verdes, y seis más con sombreros de catrinas y guitarras, se incorporaron a la coreografía.

Tania Murillo, destacó entre las bailarinas con un vestido color plata, complementado con un penacho que tenía detalles azules y verdes, con una envergadura de varios metros.

La gracia y elegancia de Tania Murillo se adueñaron de las asistentes, quienes la contemplaban arrobadas, y las sofisticadas coreografías que rindieron honor a las bondades de México se ganaron el favor de las jueces.

Con el tema “Todos me miran” de Gloria Trevi, Tania Murillo prendió al público, que se paró a bailar y cantar; “Suavemente” y “Qué le pasa a Lupita”, realzaron el tono tradicional mexicano, así como “El sinaloense” con sus tonos norteños.

En cada movimiento, la dama porteña demostró sentirse orgullosa de ser mexicana, y cual cigüeña en vuelo, culminó su elegante y asombroso espectáculo con una formación en V que deslumbró a la mesa de jueces.