Vida

Merienda a la antigüita

martes, 21 de julio de 2020 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

En México, la merienda, compuesta por un pan dulce, café, leche o café con leche, se acostumbraba tomar entre la comida y la cena, aproximadamente a las 18 horas, pero sobre todo en las grandes ciudades ha caído en desuso, refiere “El Pequeño Larousse Gastronomique en Español”.

El cambio de ritmo en la vida citadina aunado a influencias extranjeras, procesos industrializados, dietas restrictivas y falta de interés por preservar el oficio del pandero han ocasionado que algunos de los panes dulces que tradicionalmente acompañaban la merienda mexicana estén al borde de la extinción.

Tradición de historia
La tradición panadera llegó con los españoles y, tan arraigada quedó, que México es hasta hoy el país con la mayor variedad de piezas de pan. Según explican algunos experimentados panaderos, los mexicanos dieron rienda suelta a su ingenio, creatividad y humor a través de la masa.

En el territorio nacional pueden encontrarse piezas nombradas como partes del cuerpo (orejas, dedos y hasta nalgas), panes zoomorfos (paloma, gallo, cochinito) y creaciones bautizadas según su origen, geometría o proceso (rosca de San Isidro, ladrillo, pellizcada).

Algunas variedades murieron junto con los panaderos de antes que, celosos de sus recetas, se resistieron a compartirlas; la extinción de otras se dio por un cambio en las preferencias de los consumidores que comenzaron a mirar con malos ojos las piezas preparadas con manteca de cerdo, azúcar granulada, piloncillo y cremas enteras.

Sabías que...
La Cámara Nacional de la Industria de la Panificación tiene registradas más de 800 recetas de distintos panes que se preparan a lo largo del territorio mexicano.


Cinco para recordar
Acompaña ese vaso de leche o ese café lechero con alguna de estas piezas creadas por los ingeniosos panaderos mexicanos:

+ Trenza o reja de manteca: tradicionalmente se hacían tiras de un metro de largo que se enroscaban con los dedos. Por su dificultad, ahora se preparan con máquinas.

+ Chamuco: Al centro de un aro de masa se coloca una bola de pasta dulce que se aplastar hasta unirse. Al hornearse, la masa queda crujiente y el relleno suave y cremoso.

+ Gusano: Sobre círculos de masa se coloca un cilindro de pasta dulce que servirá de relleno. La pieza se cierra, se le da forma de “S” y se ralla con el recazo de un cuchillo.

+ Velo de novia: Se hace al enrollar un cilindro sobre una bola de la misma masa. Al hornearse, el interior será suave y la cobertura crujiente. Se cubre con glaseado de limón.

+ Cubilete: Similar a un pay, se elabora con una costra de pan gruesa y se rellena con queso y piña. Mide unos 5 cm de alto y 8 cm de ancho.
 

 

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