Vida

Da voz a los virus

miércoles, 2 de septiembre de 2020 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

Resguardada en casa, sin poder ir a jugar al parque y lejos de sus amigos y sus abuelos, Karla, como muchos otros niños, añora la vida que tenía antes del arribo de aquello que se ha apoderado de las noticias y de la atención de los adultos: el coronavirus.

Ni siquiera puede abrazar o hablar de cerca con su papá, quien es médico y ahora llega mucho más cansado a casa tras las largas jornadas en el hospital.

Movida por su incansable curiosidad, Karla logrará encontrarse con dos microscópicos seres que le revelarán detalles del virus que ha perturbado al mundo entero, a los cuales podrá preguntar directa y francamente: “¿Para qué quieren enfermarnos?”.

Así lo plasma Coronesio, Covidín y los secretos de lo invisible, un relato de ficción fantástica basado en evidencia científica sobre el SARS-CoV-2, autoría de la química y comunicadora de ciencia Carol Perelman (CDMX, 1977), y publicado por la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica (Somedicyt).

“Comprendimos juntos la necesidad, y más ahora, de poder platicar desde la ciencia con los niños. Los niños y las niñas y los jóvenes van a tener que enfrentar no nada más esta pandemia, sino retos futuros como, por ejemplo, el calentamiento global; y todos estos retos tienen soluciones que vienen de la ciencia”, expresa Perelman en entrevista telefónica.

“Entonces, poder enfrentarlos desde pequeños al conocimiento y al poder que les da el saber era para nosotros muy muy importante”, añade la cocreadora y directora del Jardín Weizmann de Ciencias. “Los niños son parte de la pandemia y también son parte de la solución de la pandemia. Entonces era importante hablarles”.

Saber es poder
El resultado es un relato claro y puntual que permite entender de forma sencilla conceptos importantes como la zoonosis, la tormenta de las citoquinas o los portadores asintomáticos, entre otros.

Todo mediante un enfoque fresco donde Coronesio y Covidín tienen la oportunidad única de contar la historia desde su perspectiva, ante el reclamo de Karla.

“Por culpa de ustedes no tengo escuela. El planeta entero está en modo de alerta y todos nos tenemos que lavar miles de veces las manos con jabón”, los increpa la niña.

“Aquí la idea era darle la voz a los virus, porque somos muy antropocéntricos, todo gira alrededor de nosotros los humanos; pero siempre hay dos lados de la historia. El darles de forma completamente ficticia la voz a los virus es un ejercicio de poder tener otra narrativa de la misma historia que nos contamos los humanos”, detalla la autora, miembro de la Somedicyt y de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia (RedMPC).

Así, en lugar de villanizar al fenómeno viral, se busca mostrar a los menores dónde se planta el ser humano en esta compleja situación, en tanto ha sido su propio comportamiento el que, dice Perelman, “ha destapado la Caja de Pandora”.

Quitarle a los niños el miedo a los virus y enfatizar que el conocimiento es poder, continúa la química, quien además, a través de tres experimentos caseros, brinda en el cuento las herramientas para comprender los beneficios de las medidas de mitigación: el uso del cubrebocas y del alcohol desinfectante en gel, el distanciamiento social y el lavado de manos con agua y jabón.

“Como buena química, hay que meter los experimentos. Porque no hay como probarlo por ti mismo; yo te puedo contar, pero mejor hacer para creer”, subraya Perelman.

“Estos experimentos son una invitación a que los niños jueguen con la ciencia y se den cuenta que no es dogmática, la ciencia se construye. Y entonces, entender por qué el jabón funciona, por qué el alcohol antibacterial funciona, por qué el distanciamiento social funciona, y por qué el cubrebocas funciona. No es algo que yo se los dicto como una ley”.

Vocaciones científicas
Valorizar el papel de las niñas en la ciencia, y enaltecer la -sin duda alguna- heroica labor de los médicos, era muy importante para Perelman. Y que estuvieran presente en este ejercicio dinámico, mismo que sometieron a revisión rigurosa con varios científicos para que aquello que aún no se conoce con certeza del virus, conforme vaya siendo descifrado, no reste relevancia al cuento.

Finalmente, el cuento, disponible de forma gratuita desde el portal en línea de la Somedicyt, y al cual Perelman da lectura en un video en YouTube, es un esfuerzo por promover las vocaciones científicas entre niños y jóvenes, además de dejarles en claro que habrá una luz al final de este prolongado túnel.

“Trato de darle un poco de esperanza a los niños, de paz, de tranquilidad de que esto sí se va a solucionar. Va a llevar su tiempo, pero conocer cómo funciona el coronavirus nos va a dar las herramientas para poder prevenirlo, frenarlo, deshabilitarlo”, enfatiza Perelman, para quien Coronesio y Covidín aún tienen mucho por decir.

“Lo que queremos es que acompañen a los niños en este transcurso de pandemia; que puedan servir como elementos de certidumbre, y que también los inviten a involucrarse en la ciencia, a enaltecer la labor del científico y el médico. Dar una lucecita de esperanza”, concluye.
 

...

Galería de fotos

Comentarios