El cumpleaños

Me da gusto escribirles una semana más, y en esta ocasión desde los festejos de mi cumpleaños les quiero compartir desde mi ser que todos debemos considerar los cumpleaños un día especial y celebrarlos siempre, nunca minimizarlos.

Todo comienza en el punto en que, como sea (a veces jalones y tirones), logramos tener 365 amaneceres más. A mí me da mucho sentimiento por las personas que tenían planes para el mañana y ya no están. Hace muchos años me hice la promesa de vivir cada día con mayor plenitud y felicidad.

No hay formula para empezar a vivir, creo que es cuestión de decisión, todos hemos tenido días y hasta temporadas del nabo, pero todo pasa. Yo agradezco el vivir cada día intensamente aunque a veces me da estrés de tantas actividades que hago, pero al caer la noche, casi madrugada, digo “wow, todo lo que hice hoy, lo disfruté, renegando, estresada”.

Cuando se sientan sin rumbo, solas, incluso perdidas, recuerden voltear a ver a su familia, y me refiero a mamás, papás, hijos, mascotas, y siéntanse afortunadas.

Pero uno de los actos más bonitos que pueden hacer, y que les recomiendo como ejercicio diario, es verse al espejo y echarse flores, ver los detalles bonitos que tenemos. Créanme que el amor propio es tan reparador, tan fortalecedor de carácter. Yo en lo personal, hasta cuando me veo bien bruja, me digo en voz alta “pues sí me veo guapa aunque ande así”.

Siempre hay que creer en los nuevos comienzos, estos pueden ser no solo en año nuevo o iniciando etapas de vida. El cumpleaños es una pausa para festejar todas la odiseas, lo bueno y malo, el aprendizaje, lo que llegó y lo que se fue en ese tiempo.

Yo estoy muy feliz porque volteo un año atrás y veo a una mujer diferente, hoy soy una mujer más feliz, me propuse cambiar algunos aspectos y valoro todo lo que hay en este momento.

Para llegar a este punto se pasan pruebas duras, en realidad todos tenemos batallas que nadie más conoce. Yo les hago la recomendación de que si sienten que no pueden más, acudan a especialistas, como psicólogos.

Yo tome terapia hace dos años porque no veía claro, me sentía sumida en problemas, con depresión y soledad; me traté y busqué ayuda.

Agradezco infinitamente el apoyo y procesos que llevé. Y no es algo que se sane en un mes, pero con la constancia vi resultados; nadie solucionó mis problemas, pero me ayudaron en el camino para hacerlo yo.

Una diario sigue trabajando en ser una versión mejorada, pero sobretodo en ser feliz.

Retomando el tema, el festejar este día nos ayuda a reafirmar nuestra confianza, sentirnos más queridas, y sobretodo recordar de por vida cada año, gracias a la demostración de buenos deseos y felicitaciones, ya sean personales, en línea, por redes, etcétera.

Muy importante es que jamás te dejes de felicitar a ti misma. Nos leemos pronto.

¡Besos con labios rojos!