Sobrevivimos al Día de Muertos

Buenas buenas, espero que hayan tenido una linda semana. Yo ya más tranquila después de Halloween, este año nos caracterizamos en familia: mi hijo menor de Mario Bros., mi hijo Mayor de Luigi, nuestra mascota, una cotorra argentina, fungió como Yoshi y su servidora fue la princesa Peach. Aclaro que usé peluca, sin maquillaje sentía que me parecía al personaje de celostina o de la película ¿Y dónde están las rubias?, pero ya con maquillaje la cosa cambió.

En fin, el día de hoy el tema es Día de Muertos, una tradición muy viva que ha tomado vital importancia los últimos años. En el sur y centro de la República Mexicana esta es una tradición emblemática, que rinde un homenaje a los que se nos adelantaron, porque para allá vamos todos, eso es un hecho. Gracias a las redes sociales y plataformas como Tik Tok y YouTube, el mundo ya tiene una idea más clara y respeto hacía esta festividad, es cultura para todos.

En lo personal siempre he hecho altar de muertos en casa de mis papás, ver las fotos viejitas de abuelos, tíos, amigos queridos de la familia, llena los días de nostalgia. El altar está adornado con el personaje de la catrina, originalmente conocida como “calavera garbancera”, creada por José Gadalupe Posada y bautizada por el muralista Diego Rivera. Esto es porque mi hermano Juan es fanático de esta figura.

Además de estar lleno de flores de cempasúchil y otras de diversos colores, y aunque todo es artificial, no deja de lucir encantador. Este año tenía un tamal dulce, café , coca cola, cigarros, dulces, todo lo que le gustaban a nuestros familiares.

Yo en casa pongo uno muy sencillo, dedicado con mi amor a mi querida mamá, quien falleció el 13 de abril de 2020 y todavía duele mucho y la extraño. Mamá es mamá.

Hace años decía que cuando pusiera mi primer altar de muertos sería porque estaría alguien muy cercano a mí en él. Desgraciadamente fue mi mami y desde el año pasado me creerán que me tardo en montarlo, es súper básico, pero lo que pasa es que me invaden los recuerdos y uno llora, desahoga el alma. En mi mente y corazón desearía verla una vez más y escucharla, pero son anhelos del corazón.

Bueno la cuestión es que por segundo año lo termino un día antes, ¿Y saben qué? Me llega una paz al corazón y una alegría que no puedo explicar. Me siento segura, soy fiel creyente, quizás porque como seres humanos necesitamos de la esperanza, y me emociona saber que esa noche bajará y pasará por mi casa. En serio me pongo a súper limpiar, y motivo a mis hijos a estar felices, porque esa noche su abuela nos va visitar.

Si extrañas mucho a un familiar, te invito a que conozcas más de este día, de los elementos para el altar, a lo mejor no sabes si esto te genera paz, el chiste es intentarlo. Por mi parte admiro mucho los altares que se ponen con cariño en escuelas, hogares y empresas. Qué bonita forma de recordar.

Ya me dieron ganas de llorar, pero estoy tranquila, creo que es la fecha más agridulce que tengo, pero sabemos que mientras recordemos ellos viven en nuestro corazón y mente. Nos leemos la siguiente semana.

¡Besos con labios rojos!

jochoa@elvigia.net