Vida

Regreso a clases: reto emocional

Madres de familia y docentes deberán tener mucha empatía hacia los estudiantes, pues llegarán a las aulas desde contextos muy diferentes: violencia, muerte de familiares, pérdidas económicas y rezago educativo, entre otros
lunes, 21 de junio de 2021 · 00:00

AGENCIA REFROMA
Ciudad de México


Tras más de un año de haberse enfrentado a una pandemia que ha ocasionado grandes afectaciones en el bienestar emocional de la población, ahora hay niñas y niños que están próximos a vivir un nuevo desafío: el retorno a las aulas.

Con la autorización para la reapertura voluntaria de colegios y escuelas seleccionadas, madres y docentes tienen grandes retos para acompañar a los pequeños en esta nueva etapa.

Durante la contingencia por el Covid-19, las infancias han sufrido grandes afectaciones. Ante las estrictas restricciones aplicadas a la población de su edad, durante todo un año tuvieron que aislarse en casa, sin poder salir a jugar ni convivir con otros pequeños.

“A nivel emocional, definitivamente ha habido un impacto, ya que la pandemia ha durado muchísimo tiempo, entonces ya todos están presentando una u otra afectación”, dice la psicóloga infantil Priscila Medina.

Lo que más se observa, menciona, es la presencia de ansiedad. Las mamás detectan conductas asociadas al padecimiento, como que sus hijas se muerden las uñas, realizan movimientos repetitivos y tienen miedo de enfermar, morir o volver a la escuela.

“Hay niños que están deseosos de que vuelva la convivencia, pero hay otros que están presentando temor”, expresa la también directora de Nipaf Psicopedagogía Infantil.

Un sondeo realizado por Grupo Reforma a madres y padres de familia revela que, referente a escuelas públicas, un 78 por ciento considera que el cierre de planteles afectó la salud emocional de sus hijos. El porcentaje para alumnos de colegios fue del 73 por ciento.

Para ayudar a los menores a enfrentar este nuevo reto emocional, especialistas brindan algunas recomendaciones.

PROCESO DE ADAPTACIÓN
Madres, padres de familia y maestros deben saber que los infancias al regresar a las aulas vivirán un proceso que requerirá de un tiempo de adaptación.

Hay que asumir y comunicar a los pequeños que es normal que no se sientan seguros ni cómodos con el retorno, que es parte de lo que toda la población está viviendo al incorporarse a sus actividades, señala Paola Rodríguez, psicoterapeuta especialista en niños y adolescentes.

“Eso va a darles mucha tranquilidad porque se van a sentir menos presionados, se van a sentir con esta sensación de menor exigencia y que no tenemos que estar al 100 al incorporarnos a nuestra escuela, sino que vamos a ir llenando ese 100 poco a poco”, dice.

No hacerlo será contraproducente, advierte, porque se presionará al niño y le hará pensar que es él quien está mal.

EL FACTOR COMUNICACIÓN
La comunicación de los padres con los hijos es fundamental, señala la psicóloga Medina.

Deberán explicar a niñas y niños cómo será el regreso a clases, los protocolos sanitarios y las nuevas dinámicas con información apta para su edad.

“En la medida en la que al niño le demos información, a él le va a ayudar a sentirse seguro y más tranquilo”, apunta.

La información debe compartirse con tranquilidad para transmitirle confianza al menor.

Si un pequeño teme ir a la escuela, dice la psicoterapeuta Rodríguez, hay que explicarle que es normal sentirse así y que no es el único en esa situación.

Además, recomienda a los papás tomar tiempos específicos para conversar con los niños sobre temas de su interés. Les servirá de práctica para el retorno.

A TENER EMPATÍA
Los docentes deberán tener mucha empatía hacia los estudiantes. Hay que recordar que todos los chicos llegarán a las aulas desde contextos muy diferentes: violencia, muerte de familiares, pérdidas económicas y rezago educativo, entre otros.

“Son los que se van a encontrar con el reto más grande porque al final van a recibir niños con una variedad de características, con una variedad de manifestaciones”, indica Medina.

Por ello, subraya, será prioritario atender la parte emocional. El docente tendrá el papel clave para ayudar a los niños a identificar, expresar y gestionar sus emociones, y para crear un ambiente seguro y libre de juicios.

También deberán tener mucha paciencia, considera la psicoterapeuta Rodríguez. pues los pequeños no tendrán la misma participación académica de antes.

“El maestro va a tener que darles ese apoyo para que, poco a poco, el alumno se vaya integrando”.
 

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