Vida

Enfrenta las crisis sin caer en pánico

Falta de agua, apagones de electricidad, inseguridad, y aún contagios de Covid-19, son situaciones en las que especialistas recomiendan guardar la calma
jueves, 16 de junio de 2022 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

Contrario a lo que dicen las autoridades, son las 5:20 de la mañana y en la llave de la lavandería de esta casa del poniente de la Ciudad no hay agua. A Mercedes la venció el sueño y no lavó ropa un día antes. Hoy, al parecer, tampoco podrá hacerlo.
Podría llevar la ropa a una lavandería, pero ninguna cerca cuenta con el servicio por la falta de agua. Para despejarse, revisa sus redes y se entera de que en una colonia aledaña carecen de luz. Teme que lo mismo suceda en la suya.
Por si fuera poco, una tía que siempre se cuidó durante la pandemia se ha contagiado de Covid no sabe cómo. Está grave.
Los problemas no terminan. En su viaje al trabajo, su esposo llevará a los gemelos a la escuela, pero Mercedes deberá ir por ellos hacia las 11:00 horas, porque la escuela recortó el horario debido a la carestía de agua.
Así, sin agua, con los niños en casa de nueva cuenta y con su trabajo en línea de diseñadora, Mercedes transitará este caluroso día que alcanzará altas temperaturas. 
“¿Y si se fuera la luz?”, se pregunta. Acecha la desesperación ante algo que aún no ha sucedido: sin aire acondicionado y sin internet que les permitieran a ella y a los niños hacer sus deberes, el día estaría perdido.
Situaciones como éstas y aún peores viven desde hace semanas la población local. ¿Se puede poner peor? Quizá, pero algunos especialistas recomiendan guardar la calma, dan tips y piden analizar con detenimiento la situación, porque el tema no es evitar las crisis, sino manejarlas adecuadamente en familia y en comunidad. 

YO ANTE LOS PROBLEMAS
Aquello de que, ante una crisis, lo importante es saber manejarlas, es algo que dice Laura Fernández Ríos, directora del Colegio Mexicano: en automático uno piensa en los problemas como algo negativo, cuando en realidad también son oportunidades para generar cambios positivos. 
“Esquivar las crisis no nos beneficia, por el contrario, nos impide desarrollar estrategias para manejarlas en nuestra vida diaria”, comenta la especialista en Ciencias de la Familia, Administración Educativa y Psicología Positiva.
“Enfrentar las crisis con herramientas es lo que nos permitirá ser resilientes y transformar esa inestabilidad en una ventaja ante el cambio”.
En esto coincide Javier García Justicia, sociólogo especialista en antropología social: cuando las cosas están bien la gente se suele quedar en una posición cómoda, tranquila, expectante, y eso es negativo porque se vuelve uno conformista.
“Tenemos actualmente una gran oportunidad en la sociedad de comenzar a visualizar qué cosas podemos hacer diferentes, qué podemos mejorar”, comenta el decano de la Escuela de Educación y Humanidades de la UDEM. 


“TODO CAMBIO NACE DE UNA SITUACIÓN DE CRISIS”
El psicólogo Rafael Limones sugiere que una crisis como la actual no hay que verla como infinita, sino pensar que esto es sólo por un tiempo: “Son procesos que vivimos y esto no significa que va a ser para siempre”.
Agrega el coordinador de la asociación Supera Joven: “Hay que mantener la calma y siempre compartir cómo me siento”.
Entendido esto, el médico Javier Gutiérrez Ornelas sugiere dos puntos: estar atentos a las actividades que se hagan para no perderse en pensamientos negativos y dedicar todos los días un mínimo de 10 minutos a respirar con total atención. 
“Este ejercicio, si lo hacemos todos los días, nos habilita para regular nuestras emociones y con ello reducir ansiedad, estrés, depresión y la tendencia a consumir sustancias o comida insana, y así enfrentar esta crisis”, comparte el director de Mindfulness Monterrey.

A LOS HIJOS, CON FRANQUEZA, SIN ALARMA
A los niños hay que explicarles la cosas, pero sin contagiar desesperanza, dice el psicólogo Limones.
Una opción es contarles la escasez de agua que ya se vivió décadas atrás y de la cual el Estado salió adelante. 
“(En los ochentas) se iba el agua a diario, era una constante, pero no fue el fin del mundo, y ahorita se están generando estrategias para que en los próximos años no haya carencia de agua”. 
La maestra Fernández sugiere predicar con el ejemplo, echar mano de toda la inteligencia emocional y darle nombre a las cosas, pero sin adjetivos o connotaciones fatalistas.
“(Decirles a los niños que) hay una crisis ambiental fuerte que nos afecta en el calor intenso que estamos viviendo y en la escasez de agua; también será importante no decirles solamente que existe, sino que somos corresponsables de ella, y que debemos implementar acciones en casa para que nos afecte e incomode lo menos posible”.  
Tanto Gutiérrez como García Justicia piden evitar la “contaminación mediática”.
“Cuando se transmite mucha información negativa, el fondo va a manipular a las personas”, dice el sociólogo de la UDEM. 
“No vamos a callar lo negativo, pero vamos también a decir a nuestros niños que hay oportunidades de cambio, que qué puedo hacer yo dentro de mi casa, qué puedo hacer por mi barrio, que si puedo sembrar el cambio”.

MUCHA PACIENCIA EN FAMILIA 
Fernández dice que los adultos tienden a decirle al otro “aguántate”, “no llores”, “para qué te enojas” y lo único que se logra es que el otro ya no quiera expresar lo que siente, lo contenga y resulte peor. 
“Permitamos que la gente que amamos y con la que vivimos exprese lo que siente ante la crisis que estamos viviendo y que estamos compartiendo, porque somos familia”, comenta la directora del Colegio Mexicano.
Gutiérrez Ornelas señala que es importante ser pacientes y tolerantes con aquellos integrantes que no logran mantener la calma y entender que cada persona es diferente: “Precisamente quien más se desborda es quien más nos necesita. 
“Hay que acercarnos los unos a los otros y platicar miedos y frustraciones, y así, entre todos, buscar un plan de acción proactivo y realista”. 
Limones dice que un punto de partida para enfrentar en familia esta crisis puede ser creando roles de limpieza y de higiene entre los integrantes, para así usar menos agua, generar menos basura y disminuir los riesgos de enfermedades. 
“Además tratar siempre de estar en comunicación por si alguien tiene alguna crisis emocional o alguna idea que pueda despertar situaciones graves dentro de los grupos de familia”, dice el psicólogo social.  

MOMENTO PARA CRECER COMO COMUNIDAD
Limones señala que esto se puede lograr al ser conscientes de que hay zonas en el área metropolitana que llevan décadas sin el servicio de agua potable, en contraste con otras que siempre la tuvieron.
“En las zonas donde hay un recurso constante de agua es un punto de partida para organizarnos como comunidad y hablar sobre el uso del agua, sobre no estar lavando los autos, sobre el no tirar agua en la calle”, comparte. 
Por su parte, la directora del Colegio Mexicano dice que aunque en las escuelas se ha hace un esfuerzo por trabajar la compasión y la empatía que muchas veces no se enseña en casa, a veces los maestros se “topan con pared”.
“Pero no nos cansamos de intentarlo”, afirma. “Acerquémonos a las asociaciones y fundaciones a ver qué necesitan y aportemos en medida de nuestras posibilidades, pues por menor que sea, es ayuda.
“Pensemos en el otro y no en nosotros solamente cuando decidimos usar o no la manguera para regar o limpiar la banqueta, usar materiales desechables que generan más basura o dejarlos tirados y que luego dañen o contaminen lo poco de agua que nos queda. 
“Pensemos en el otro cuando decido ‘agandallar’ más de un garrafón de agua en el supermercado, en vez de permitir que alguien más se lo lleve”. 
Gutiérrez, director de Mindfulness Monterrey, reitera lo importante: la Ciudad es la gran familia, la comunidad es también hogar.
“Todos necesitamos de todos y en estos momentos es cuando debemos ser solidarios y ofrecer recursos que nosotros tengamos para los demás. Tal vez sepamos de alguien que no alcanzó a recolectar agua y podemos compartirle, tal vez estamos notando que personas han dejado de cuidarse acudiendo a lugares concurridos sin cubrebocas e invitar a hacerlo.
“Debemos no ser parte de la solución, no del problema, y esto lo logramos en la medida que estamos plenamente conscientes”.
García, especialista en antropología social, piensa igual en estos momentos críticos: no es momento de ocuparse únicamente de uno mismo.
“No sobrevive la especie más fuerte, sino la que mejor sabe adaptarse a las circunstancias. Ninguna especie de la historia se ha adaptado de manera individual.
“Mientras no nos adaptemos como comunidad, estamos llamados a desaparecer”.

FRASE
“Esquivar las crisis no nos beneficia, por el contrario, nos impide desarrollar estrategias para manejarlas en nuestra vida diaria”.
Laura Fernández Ríos
Directora del Colegio Mexicano

 

 

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