LO QUE TE CUENTA LA DAMA

El mes loco

Por: Johana Ochoa jochoa@elvigia.net
lunes, 1 de agosto de 2022 · 00:00

Bonito inicio de semana para todos. Yo con la novedad que otraaaaaa vez estoy enferma. A mi hijo Luis (al que no le dio cobicho) le dio el moquito con infección. Qué terror: el martes al doctor, para el viernes a mí me dolía feo la garganta, y el sábado madrugando al doctor porque ya andaba congestionada. Y sí, ya tenía infección. Me recetaron antibióticos, pastillas, y hasta un jarabe para que no se me jodan más los pulmones. Así que si me preguntan cómo ando, ando jodida.
Bueno, el tema de hoy es retomar aquello en la vida que merece mi atención: los meses del año. Y en esta ocasión quiero contarles que desde julio ando súper azorada y estresada. Literal, me la paso comiendo atún porque resulta que las bendiciones son de este mes, uno del 5 y otro del 29; menos mal que se llevan por quincenas, así que no hay pretexto para no darles regalos. 
Por cierto ¿ustedes atesoran sus meses favoritos? Yo sí, y este que inicia siempre fue el más tronado en gastos por los festejos de mis tesoros. Pero ¡oh sorpresa!, es el ingreso a escuelas particulares, y estoy que pretendo vender lo que sea para salir de ello. 
Ambos van a escuela privada porque Nestor necesita educación especial por su autismo, y Luis necesita estancia de tiempo completo, así que afortunadamente a la vuelta de mi trabajo encontré una buena escuela. 
Pero yo amo septiembre, me encanta el relajo mexicano (no es porque me sienta europea), y creo que es el pretexto perfecto para estar trague y trague pozole, garnachas, antojitos, etcétera. 
Desde 2020 le agarré amor y hasta puedo decir gusto al Día de Muertos haciendo altar en casa, me encanta esta parte de la cultura mexicana. Siento que junto al otoño es un mes como de pausa, por aquellos que se fueron y por los meses que vienen.
Pero desde que soy mamá existe la dualidad con Halloween, y los últimos años de policía sexy para disfrazarme junto a mis hijos; por cierto, desde la semana pasada ya estoy cotizando sus trajes, porque los dos serán Pikachus. 
Yo cumplo años en noviembre, y la verdad no me gusta ese mes: hace frío, llueve, con días grises... esto es, hablando en Ensenada. En mi querido Mazatlán hace calorcito y es un clima muy agradable, de hecho recuerdo que mis fiestas eran después de las 5 de la tarde por el clima. 
¿Navidad? Yo fui el Grinch de mi casa desde los 13 hasta los 30 años. No me causaba emoción, para mí era solo reunión familiar, y la neta o me dormía temprano o andaba en los festejos de los vecinos: así de sangrona era. 
Ah, pero llegó la maternidad, y ahora sí ando tínguele y tínguele al mes. La ilusión de mis hijos con el árbolito, regalos, adornos, cenar con ellos... que por cierto agregué partir un pastel con velitas porque a ellos les encanta.
Desde hace unos 8 años le agarré gusto a la Semana Santa también. Justamente en la semana del Jueves Santo me la paso relax, comiendo ceviche, mariscos, mis cervezas y descansando en casa, porque las playas de aquí están muy feítas (discúlpenme si los ofendo), además que corre el aire frío. 
El Día de las Madres me lo tomo tranquila, será porque mis hijos son muy pequeños y no he recibido de ellos el festejo como se debe, aunque debo confesar que he planeado muchas veces todo lo que les pediré cuando sean adultos. ¿Pues sí, no? Para que se vayan vampireando cada uno a su papá con el regalo para su madre, y ya más adelante que aprendan a ahorrar para mi regalo. 
Pero regresando al tema de esta columna, estoy siendo víctima de tiendas y muchos anuncios de útiles escolares, mochilas , uniformes... pensé que era complicado que fueran bebés, pero noooooooo, qué joda tener que personalizar cada artículo, los pagos de inscripción, colegiaturas, seguros.
Ando organizando un “Pestañatón”, bueno, ventas de pestañas, para ayudarme con los gastos, porque entre cobicho vol. 1, y ahora que estoy otra vez enferma he gastado en medicinas. Aparte estoy pensando seriamente en vender tostitos locos afuera de mi casa y generar publicidad por redes. El chiste es no terminar ahorcada. 
De veras, juro que el próximo año desde mayo me pongo a ahorrar. Eso sí, los papás de mis hijos pondrán la mitad del gasto de cada uno, y aun así se me hace pesado. 
Si alguien de ustedes sabe qué otra etapa es más tediosa en la crianza de los hijos, háganmelo saber para prepararme mentalmente.
Cuídense, tápense la boca por favor y amen mucho. 

¡Besos con labios rojos!
 

...