DESDE EL VIGÍA

El Gobierno federal mexicano jugó y ha jugado siempre a un golpe de Estado o bien a un estallido social, tal cual como está ocurriendo luego de la imposición, (como dictadura) con argumentos pobres, de la alza a los combustibles y con ello, los productos básicos, el transporte público, el gas, la electricidad y todo lo demás.

Las protestas han subido de tono y tanto es el enojo de los mexicanos, que han decidido tomar casetas de peaje en todo el país, para que pasen libre los automóviles, han tomado centros de gobiernos, aduanas y ciudades enteras en las que ha habido saqueos en tiendas, aprovechando el descontento que hay y la temerosa respuesta de las autoridades.

El país "arde” luego de la liberación del precio de las gasolinas, que según el presidente de México, Enrique Peña Nieto, era inevitable por el "alto precio” del petróleo a nivel internacional, aún a sabiendas que el barril de crudo no pasa de los 46 dólares, cuando en los años de bonanza, el mismo llegó a costar los 120 dólares por unidad.

Baja California se ha unido a estas manifestaciones en rechazo a la ley, pero a diferencia de otras entidades, no ha habido saqueos a tiendas, pero sí han arreciado las protestas, demostrando que el Gobierno federal es vulnerable en su seguridad y se demostró con la toma del cruce fronterizo El Chaparral en Tijuana, permitiendo que cualquier vehículo pasara de EU a México sin ser revisado en la Aduana.

En Ensenada también se pone fea la cosa, porque desde ayer y sin fecha para retirarse, fue tomada por cientos de porteños la caseta de cobro de San Miguel en ambas direcciones, con lo que dejará de percibir una buena cantidad de dinero por concepto de peaje.

Los manifestantes aseguraron que permanecerán en dicho cruce hasta que aguanten y están decididos a no ceder ante las autoridades, mientras que los agentes de la Policía Federal vigilaban que los inconformes no hicieran desmanes.

Además del gasolinazo, en Baja California también se protesta por la Ley del Agua, que también moviliza a muchas personas e incluso, están tomando medidas drásticas que no se miraban, tal como acudir a las viviendas de los diputados que la aprobaron en toda la entidad, para mostrar el repudio a ellos y a la legislación.

Veremos en días próximos qué sucede, si el gobierno se sensibiliza o de plano, sigue con su decisión de continuar con el aumento a la gasolina, lo que provocaría manifestaciones más radicales. Ya veremos.