POR SI LAS MOSCAS

Proyecto: vaquita marina

Por Laura Monzón
viernes, 13 de octubre de 2017 · 00:00

La vaquita marina, ese cetáceo pequeño y hermoso que está tan de moda, por fin será rescatado de las garras de las malas artes de la pesca en el Golfo de California.

El miércoles pasado, el Gobierno anunció que se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un acuerdo para “proteger los ecosistemas de la región… sobre todo, a las especies endémicas o en peligro de extinción, como la vaquita marina”, razón por la que se prohíbe “la navegación, pesca y turismo náutico en el Alto Golfo de California”.

Las únicas actividades permitidas en dicha zona serán las concernientes a la preservación de la vaquita marina y que estén autorizadas por la Secretaría de Marina (Semar).

Para rematar con broche de oro, la Semarnat recibió a un equipo de técnicos y científicos mexicanos y extranjeros, los cuales forman parte del programa Vaquita CPR. Con su ayuda, “se logrará cumplir un sueño: el rescate de la especie endémica”.

El plan, que constará de tres fases, es muy sencillo: con la ayuda de delfines nariz de botella, entrenados por la armada estadounidense, iniciará la labor de localización de vaquitas marinas. Luego, éstas serán resguardadas en albercas diseñadas para su protección, donde serán observadas por 48 horas, para corroborar su salud y, por último, serán trasladadas al santuario diseñado para su protección.

Mientras tanto, los expertos trabajarán en el diseño de artes de pesca alternativas para erradicar el uso de redes en el Alto Golfo de California.

Además, las disposiciones contenidas en el acuerdo publicado en el DOF son obligatorias para los concesionarios, permisionarios, unidades de producción, capitanes, patrones de pesca, motoristas, operadores, técnicos, pescadores, tripulantes y todas aquellas personas que realizan navegación, actividades de pesca y turismo náutico en el área de restricción indicada.

Así que si usted tiene una moto acuática, una lanchita o le gusta la pesca, evite turistear en dicha zona porque podría ser sancionado “según los preceptos de la Ley de Navegación y Comercio Marítimo, así como la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentable y demás disposiciones aplicables”.

Como sea, el plan suena hermoso. Es perfecto y no habrá ningún tipo de inconveniente para rescatar y preservar al cetáceo favorito de todos. Sólo hay un pequeñísimo inconveniente: tiene más de cuarenta años que no se ve a una vaquita marina.

Es por esta minúscula contrariedad, que muchos no entendemos cómo le van a hacer las autoridades, los científicos y los delfines para rescatar a un animal del cual no se ha tenido razón en tanto tiempo.

Ya había dicho el delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alfonso Blancafort Camarena, en febrero de este año: “no existen antecedentes de contacto entre seres humanos y vaquitas marinas vivas”.

Igual y nos equivocamos y, en efecto, aún existen especímenes de vaquita marina esperando ser rescatados, para promover su reproducción y detener la extinción total. Pero para evitar malos entendidos, la Semar y la Semarnart deberían publicar fotografías y videos de estas labores de rescate, para corroborar que, en efecto, son verídicas y no un plan con maña del Gobierno para cederle el Alto Golfo de California al mejor postor.

Sería muy frustrante que en unos años, las autoridades llegaran con la mala noticia de que el proyecto para rescatar a la vaquita marina resultó un total fracaso, por la fragilidad y las condiciones en que se encontraban los especímenes hallados; pero con la buena noticia de que en el Alto Golfo de California se construyeron los complejos turísticos más exclusivos, elitistas y caros del mundo.
 

...

Comentarios