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¿Cómo crear una dinastía?

Por Jorge A. Meléndez
martes, 12 de diciembre de 2017 · 00:00

Hoy voy a hablar de futbol y de negocios. Pero antes una confesión: estoy muuuy feliz. Y como no, si soy aficionado de hueso colorado de Tigres y volvimos a ser campeones.

Los felinos pasaron rápidamente de años de fracasos y de estar a punto de descender a ser el equipo mexicano más triunfador en esta década: 10 finales jugadas y 5 campeonatos.

Y todo inició cuando la dupla de Alejandro Rodríguez y Tuca Ferreti regresó en el 2010. Tengo el gusto de conocer a Alejandro y su familia. Tras romper en diciembre del 2011 la sequía de 29 años sin títulos en Tigres, le llamé para felicitarlo.

Estaba eufórico y me dijo algo que me impactó: “Jorge, he estado leyendo sobre cómo se construye una dinastía”. Alejandro no quería un título, quería muchos. Quería una dinastía.

De una vez aclaro: para nada creo que Tigres ya la haya creado. Una dinastía es la de Alex Ferguson en Manchester United: 38 títulos en 26 años. Esas son palabras mayores. Y sin embargo, claramente Rodríguez va en el camino correcto. ¿Qué se puede aprender de su fórmula? A mi juicio, diez lecciones:

1. Claridad de objetivos. No es romper la sequía de tres décadas sin títulos, es crear una dinastía. Y no con rollos, sino con acciones específicas.
2. Contratar bien. Muchos dirían, contratar caro. Aflojar la cartera. Pero más que eso es hacerlo inteligentemente. 3 ejemplos:

  • Gignac: no pagaron por su carta, sólo un gran salario (4 millones de dólares por año). Un costo total (compra + sueldo) más barato que el de otras estrellas de México.
  • Cemex no invierte ya en Tigres, el equipo es autosuficiente.
  • Comprar promesas internacionales baratas, prestarlas a equipos y si funcionan, subirlas a Tigres.

3. Disciplina y trabajo. Sello Tuca: repetición y práctica. Nada de “gorditos talentosos” o “desmadrosos geniales”. Trabajo, trabajo y trabajo. Se acoplan o fuera.
4. Privilegiar el vestidor y el equipo. Nada más dañino que un “vestidor roto”. Las grillas hacen que el equipo más talentoso funcione como uno de cuarta. Algo muy importante sobre todo en una escuadra llena de estrellas. ¿Un crack grillo? ¡Goodbye!
5. Reforzar lo que funciona, quitar lo que no. Aún si se contrata bien, algunos jugadores no funcionarán. Sacarlos pronto.
6. Continuidad. En el camino a crear una dinastía habrá atorones. Si la dirección es la correcta y los resultados palpables se están dando, hay que sobrellevar los baches. Aguantar la presión de comentaristas, afición y redes. Mirada de mediano y largo plazo.
7. Complementariedad. Tuca era un entrenador muy rígido, con ideas muy claras. Sin embargo, la llegada de Mejía Barón le agregó flexibilidad. A pesar de que hay muchos que creen que todavía le falta (relea la columna “Ya merito.”), sus esquemas tácticos en alineaciones son mucho más dinámicas. Recapacita y reconsidera, a veces hasta sienta a “vacas sagradas”.
8. Marketing y relación con clientes. Si el producto es bueno y los resultados se dan a cacarear el huevo. Tigres ha hecho una buena labor (redes y medios) en promover a un equipo de élite en México. No es casualidad jalen más entrada cuando visitan a algún estadio.
9. Lo bueno cuesta. Si el equipo es autosuficiente, está lleno de estrellas y da resultados el aficionado debe pagar. Los boletos de Tigres son de los más caros de México. Hace 4 años mi abono anual de platea costaba 5,000 pesos. ¿Hoy? $15,000. ¿Y sabe qué? Estadio lleno y la mayoría abonados.
10. Suerte. Todos los puntos anteriores no son suficientes. Que Gignac estuviera disponible, que se enamorara de México, el gol de Dueñas en la final de diciembre del 2016, que Avilés Hurtado fallara el penal, etc. También la diosa fortuna le ha guiñado su ojo a Tigres en estos 7 años.

Agrego uno más, quizá el más importante: liderazgo efectivo y delegación. Mis respetos para Alejandro. Él es el artífice de todo.

Ojalá le sirvan algunos de estos consejos. Vivimos en un mundo híper competitivo. Por eso hoy más que nunca es muy difícil triunfar en los negocios o la vida. Hacerlo consistentemente creando una dinastía es una tarea reservada para los arrojados que puedan ejecutar una visión ganadora a través del tiempo. Suerte en la faena.

En pocas palabras.
“Poderoso realmente es el imperio del hábito”
Publilio Siro, escritor romano


Twitter: @jorgemelendez

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