BC al 2018

En tanto que la atención sigue puesta en las recientes definiciones de candidatos a la presidencia de la república y de sus posibilidades reales de ganar la elección, que por encuestas ya se considera un arranque de tercios -con mínimas diferencias entre ellos-, en Baja California ya se pueden anticipar algunos escenarios para los próximos meses.

La reciente elección del comité directivo estatal del PRI que preside el ex diputado David Ruvalcaba, líder del sindicato de locutores SITATyR, no puso de relieve la presencia de grupos y corrientes al interior de ese partido, sino más bien deja claro que el priismo de Ruvalcaba es como en la vida sindical: siempre la misma, siempre los mismos, dejar ser, dejar pasar.

El comité estatal de Ruvalcaba representa la inacción misma. O, ¿alguien sabe qué hace?, ¿con quién se reúne?, ¿qué planea?, ¿alguna reunión de estrategia?, ¿algún plan de acercamiento con cuadros y líderes?, ¿reuniones en colonias o grupos de la sociedad?, ¿estudios de comportamiento electoral?, ¿alguna encuesta para definir temas, posiciones, competitividad?, ¿alguna novedad?. Vaya, no va ni a medios.

La cero existencia pública y social del PRI estatal obviamente abre la puerta a los proyectos personales, los que nacen de la ocurrencia misma, de la sola pertenencia política, del ego alimentado, de los que cumplen años de calentar sillas, del pase de lista, de los Godínez partidistas.

En el PRI no hay guía o mando. Hay lo de siempre, proyectos personales pero no de partido. No están haciendo su labor de acercamiento con los liderazgos internos y menos con los externos.

Los peores augurios para el PRI (brincos dieran por una competencia interna vibrante) parten de la decepción e incomprensión, mal trato y olvido. Liderazgos, militantes, simpatizantes y potenciales votantes voltean a ver las otras opciones políticas, que como dijimos, plantean similares posibilidades de triunfo. Morena y el Frente. El PRI tiene los peores augurios, a la falta de plan y de destino, de líder y de propuesta.

Mientras, Morena ha crecido en la percepción. Hay quien sugiere que lidera preferencias en el estado, pero si no es así, al menos sí puede ser un segundo lugar. El primero seguramente es el PAN y el PRI en un natural tercero.

En Baja California, ya lo vimos en la elección de 2015, los emergentes desplazaron a las fuerzas tradicionales. Por tanto, es probable que Movimiento Ciudadano (y más en Mexicali) le aporte más al Frente por México que el PRD, que de no ser por un muy apenitas 3 por ciento alimentado desde Ensenada, pierde el registro en la entidad.

Los otros
El PAN en tanto es más sólido como partido. Si bien con las divisiones de siempre, van a tener la mayoría de las posiciones en el Frente, salvo el 03 y 08 para PRD y MC respectivamente, pero sus posiciones apaciguan los grupos de poder.

El gobernador Francisco Vega -parafraseando a Maquiavelo, el poder desgasta y el poder absoluto desgasta absolutamente- registra un descenso en la percepción positiva, Morena crece, el PES se ha posicionado bien en Tijuana pero no es una fuerza estatal y PT no existe como partido estatal, porque no es opción -suficiente- en la preferencia electoral.

El poder empresarial no existe en Baja California como poder fáctico, al que consultan o consensan para la definición de planes de desarrollo, perfiles de candidatos, etcétera.

Si acaso, y producto de su afición por los caballos y financiar candidatos o negociar a los propios, el empresario del juego y de la apuesta de Tijuana, Jorge Hank, está por colocar a Alfonso Padres -aun delegado federal de la SCT en Baja California- en la Secretaría de Infraestructura del Estado, según versiones de prensa de Mexicali. Hank ya tendría dos secretarios de estado en el gobierno. La primera fue Juana Pérez Floriano en la Secretaría del Trabajo.

¿Y dónde están los alcaldes?
Los del PRI, mal y bien. Marco Antonio Novelo de Ensenada muy desinflado en las expectativas respecto a su toma de posesión y la realidad de diciembre 13. Nereida Fuentes de Tecate bien y con naturalidad, sin mucho betún. Buen trabajo. La seguridad pública de Tecate, la mejor del estado y el antecedente de obra pública en esa municipalidad, son bonos vigentes.

Juan Manuel Gastélum del PAN en Tijuana ha devaluado los poquitos bonos con que llegó a la toma de posesión, gracias siempre a la deficiente comunicación personal. En Tijuana, el PAN no anda bien ni de buenas.

Gustavo Sánchez, el alcalde de Mexicali es quien lleva mejor su percepción, gracias a nadar de muertito en los temas candentes -ni los veo ni los oigo- de los cachanillas y llevar su administración por el mejor camino político, sin aspavientos y discreto, solito, sin sombras.

Los diputados federales, aquí no hay excepción, todos empujando por proyectos personales para el siguiente cargo.

Los diputados locales encerrados en sus problemas, literal.

Entonces, vale decir que en Baja California, todo está por suceder respecto a la elección federal, y no precisamente por buenos.