LA COMEDIA POLÍTICA

Los chistes de 2017

Por Dan T.
viernes, 29 de diciembre de 2017 · 00:00

Agencia Reforma/Ciudad de México

Con el fin de año llegan las reflexiones, los recuentos, los recalentados, la gastritis, la colitis y los kilos de más. Es por eso que hoy toca hacer nuestro propio balance de 2017. Estos fue lo mejor y lo peor.

El mejor chiste del año: El súper aumento de 8 pesos al salario mínimo. Autoridades del gobierno federal y del capitalino festejaron el incremento como si se tratara de un campeonato del Cruz Azul. Al único que no le hizo ni tantita gracia fue al obrero que gana 88.36 pesos diarios.

El chiste sin gracia: los discursos de Andrés Manuel López Obrador parecen sacados de algún programa cómico de la televisión. Son los mismos chistes de hace mil años, repetidos una y otra y otra vez. Ya ni para reír sirven.

La broma cruel: Algo muy malo debemos haber hecho los mexicanos, tooodos, en la otra vida, para que tengamos como vecino a Donald Trump. El presidente norteamericano es más molesto que un barro en la punta de la... nariz ¡y con gripa! Creo que prefiero volver a pasar Navidad, Año Nuevo y hasta mi cumpleaños con el inútil de mi cuñado, antes que volver a ver a Trump firmando decretos desde la Casa Blanca.

El chiste jurásico: vaya que ha resultado gracioso ver a José Antonio Meade tratando de convencer o, al menos, caerles bien a los dinosaurios del PRI. Es como ver a Barney jugando con el Bayern Munich. Meade codeándose con los vetustos líderes de la CTM, con los dirigentes campesinos y con las jefas de manzana, es tan poco creíble como mis excusas de enfermedad cuando no quiero ir a trabajar.

El chiste más triste: La bailada que le dieron a Miguel Mancera en sus aspiraciones de ser Presidente de la República. Durante cinco años cultivó la idea y se gastó una muy buena lana de los mexicanos en hacerlo, y todo para que al final, ¡tómala!, ni las manos pudo meter para pelear por la candidatura. Ahora por eso anda diciendo que eso de ser Presidente era como poner el cuerno con Maluma, así que mejor decidió quedarse con su viejo de siempre: feo, formal y cumplidor. ¡Cosita!

El chiste que se cuenta solo: Enrique Ochoa, presidente del PRI, diciendo que su prioridad es combatir la corrupción.

El último chiste del año: En un concurso de adiestramiento canino, el ingeniero le ordena a su perro: “¡Calculadora, muestra tus habilidades!”. Y el perro trajo su caja de herramientas y en tres minutos armó una computadora con pantalla táctil, mouse inalámbrico y teclado ergonómico.

¡Guaaaaaau!, gritó el público emocionado.
Entonces fue el turno del contador quien le ordenó a su perro: “¡Flujo de caja, demuéstrales quién es el campeón!”. Y el animal, en chinga, fue a la cocina, volvió con 24 galletas y las dividió en 8 pilas de 3 cada una.

¡Guaaaaau!, gritó de nuevo el público.
Pasó al escenario el químico y dijo que su perro podía hacer algo aún mejor: “¡Óxido, haz lo tuyo!”. Y, sorprendentemente, el animal subió a la mesa de laboratorio, mezcló diversos elementos y, al final, le entregó a su amo un martini seco elaborado a la perfección.

¡Guaaaaau!, exclamó todavía más emocionado el público.

Finalmente llegó el turno del político mexicano, quien le ordenó a su perro: ¡Diputado, muestra tus habilidades! Y el can se paró de un salto, se comió las galletas, borró todos los archivos de la computadora, se chuppó el martini, despojó de sus huesos a los otros tres perros y nadie pudo hacerle nada porque alegó que tenía fuero.

¡Guaaaau!

¡Nos vemos el próximo año!
 

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