LA BUFADORA

Nuestros legisladores locales y federales, quienes son piloteados por sus respectivos partidos políticos en lugar de asumir su papel como representantes populares, no se atreven a promover una profunda reforma del Poder Judicial, y tampoco se animan a impulsar una reforma electoral que permita a los ciudadanos elegir, entre otros cargos, al jefe de la Policía a nivel municipal, que obviamente debe aprobar los exámenes de confianza y cumplir con el perfil que exige dicho puesto, y que con base en su desempeño tenga la posibilidad de reelegirse las veces que la comunidad lo determine.

Hoy los dirigentes de los grupos intermedios de la sociedad manifiestan su preocupación por el incremento de las muertes violentas en Ensenada, así como la forma en que también escalaron otros delitos como el asalto con violencia, robo domiciliario y el robo de vehículos.

Sin embargo, en esta coyuntura lo que se exige es la renuncia de los actuales mandos policiacos por su aparente incapacidad para enfrentar a la delincuencia organizada y reducir los ilícitos del fuero común.

Y como justificación los titulares de las corporaciones de seguridad y los propios agentes culpan de la situación al Nuevo Sistema de Justicia Penal, pero más que un argumento sólido es un pretexto.

Así que una de las soluciones podría ser que la designación de los mandos policiacos fuera por elección directa, o bien, que no esté sujeta a los vaivenes políticos.

Otro asunto que se debe definir es si debe establecerse el mando único o el mixto, además de lo que vaya a emanar de la Ley de Seguridad Interior, que en esta semana podría concretarse.

No obstante, de acuerdo con una encuesta del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados (Cesop) y que divulgó el periódico Excélsior, 75.6% de la población consultada cree que la presencia de las fuerzas armadas fortalece a las instituciones en el combate al crimen organizado, mientras que 21.1% considera lo contrario y 3.3%  no sabe o no contesta.

La presencia de las fuerzas armadas en labores de seguridad se ha vuelto una necesidad debido a la poca confianza que las policías generan hacia la ciudadanía (…) El Sistema Nacional de Seguridad Pública desvela que 15 Estados en México han aumentado su número de agentes, a pesar de que no aprobaron los exámenes de control de confianza y de que no cumplen con los requisitos legales para ser policías, siguen uniformados, armados y en la nómina”, precisa el reporte del Cesop.

La encuesta advierte que 54.3% no confía en las policías estatales y 58% no confía en las policías municipales, mientras que los grados de mayor confianza se tienen en la Marina, el Ejército y, en menor medida, la Policía Federal o Gendarmería.

Así, 45.8% de la población encuestada tiene mucha confianza en la Marina, 41.2% algo o poco y 8.4% no confía en esta institución; mientras que 38.6% confía mucho en el Ejército, 49.7 algo o poco y 10.3% nada.

Lo paradójico es que a diferencia de lo que refleja esta encuesta, son los dirigentes de los partidos de oposición los que exigen que los soldados y marinos retornen a sus cuarteles. Queda claro entonces que las opiniones de los políticos están muy alejadas de la realidad, y sus "diagnósticos” siempre son ideológicos, porque jamás aportan un dato duro.

Pero llama la atención que siendo el tema de la seguridad pública una prioridad, al menos en Ensenada no se observa que alguien levante la mano para proponerse como jefe de la Policía, en tanto que los numerosos ex titulares de esa corporación guardan silencio.

Se supone que desde que comenzó el 2017 también arrancaría la construcción de la carretera alterna a la autopista Escénica Tijuana-Ensenada, para eludir el tramo de fallas geológicas, en el que por cierto se siguen destinando cientos de millones de pesos para trabajos de rehabilitación y mantenimiento.

El proyecto de la federación para ejecutar dicha obra representan una inversión de casi dos mil millones de pesos, pero también hay otra propuesta del sector privado ensenadense, que plantea una ruta más corta y por ende más barata, pero en ambos caso se desconoce si hay avances.

¿No se supone que el presupuesto y el proyecto ya estaban aprobados? ¿Por qué ahora nadie se quiere colgar este milagrito?, ¿Pasará este proyecto a la larga lista de obras sin realizar?