LA BUFADORA

Sísmica perversidad

Por El Mosquito
jueves, 21 de septiembre de 2017 · 00:00

El sismo en la Ciudad de México despertó los sentimientos más sublimes entre los propios residentes de la capital del país y en los habitantes de las poblaciones vecinas al epicentro y de todos los rincones del país, como del mundo entero que compartió el dolor de la tragedia con cálidas manifestaciones de aprecio a nuestra nación. El cartón del águila calva con el ala sobre la cabeza del águila real del escudo mexicano fue esplendoroso, cortesía del San Diego Union Tribune.

Pero ni el dolor de las familias que viven momentos de angustia y otras enteramente desgarradas en el rescate de sus hijos atrapados en el colegio “Enrique C. Rébsamen” colapsado, pudo contener la perversidad política que se apropió de las redes sociales para alimentar el odio contra los partidos y la clase política en el poder, según los que comparten, que debían estos de entregar una parte o todo su financiamiento público a la causa humanitaria que congrega a todos los corazones de México.

En principio, porque saben -que no se hagan que la Virgen les habla- que las asignaciones a los partidos, además de contenida en la ley electoral con base en votos -¿o no por eso impulsan el movimiento “sin voto no hay dinero”?- también está regulada para los usos que debe darse a ese dinero y cualquiera que lo destine para otro propósito es merecedor de multas y hasta de pérdida del registro, dependiendo los montos.

¿Por qué esta petición de utilizar los 7 mil millones de pesos de financiamiento público a los partidos para la reconstrucción se produce después del sismo en la Ciudad de México?, ¿por qué no lo pidieron cuando un terremoto previo afectó a Oaxaca y Chiapas?, ¿no será que la lucha por el poder en la capital del país y la cobertura mediática de la tragedia resulta más rentable electoralmente para los promotores políticos de esta petición?

Sin embargo, aquí sale la mano negra, de todos los partidos políticos, incluido el de Morena de Andrés Manuel López Obrador -puede usted corroborarlo en el video editorial de Lily Téllez de SDP noticias-, quien fue el único que levantó la mano para decir que efectivamente, podían donar el 20% para la reconstrucción de la Ciudad de México y su zona conurbada afectada por el terremoto, y otros cinco estados.

Levantó la mano a sabiendas que no podía hacerlo, pero que en el camino de este propósito, levantaría mil toneladas de protestas “contra el nefasto Instituto Nacional Electoral (INE) de Lorenzo Córdova, y contra todos los partidos políticos reacios a solidarizarse con las causas de México”.

En eso radica la perversidad, jugadas políticas que hacen un trapecio de la angustia nacional para mover las preferencias políticas a su favor. Y de paso, todos los ingenuos -algunos no tanto- que comparten la petición.

¿Y qué tal la supuesta “corrida” que le hicieron al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio -según las redes-, por parte de voluntarios que removían piedras, bloques y escombros de edificios colapsados, al grito de “déjanos trabajar!”?. Del mismo tamaño del amor por el país que se reflejó en la mayoría de los mexicanos, de esa misma dimensión es el rencor siempre oportunista en las redes para enlodar todo aquello que sea o parezca un adversario político.

Este mosco en infinidad de ocasiones ha cuestionado la millonada que se otorga a todos los partidos políticos, y de que urge una reforma que disminuya de manera significativa sus prerrogativas, y que la resistencia de sus dirigentes y legisladores a quitarse tales privilegios incrementa el encono en su contra, pero lo que no se vale es el oportunismo y lucrar con las desgracias humanas.

La fiesta sigue
La Fiesta Viva, un evento que llegó a ser tradición para la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Ensenada, reanuda su aparición en el escenario promocional de Ensenada este jueves a las 4 de la tarde que será inaugurada en los patios y jardines del Centro social, Cívico y Cultural Riviera Pacífico.

La exposición comercial, turística y de servicios será desde hoy hasta el 24 de este mes, y dado lo avanzado de la organización, decidieron continuarla no obstante el desánimo de la población, ocasionado por los efectos del terremoto del pasado martes.

Viene a tema porque, si bien la consternación es general, lo cierto es que las tragedias son perecederas en el ánimo popular.

Hace tres semanas fue en Juchitán, en Oaxaca, cuyo terremoto fue de dimensiones similares, por lo menos en daños materiales, pero en esa entidad lo que cayó fueron las viviendas de la población y no edificios, hecho que provocó el mayor número de decesos en el centro del país que en el sureste mexicano. Sin embargo, Oaxaca y Chiapas se olvidaron y esa es la mayor tragedia.

Una semana antes el huracán Lidia golpeó inmisericorde en La Paz y Los Cabos de Baja California Sur. La consternación fue de dos días. No hay memoria emocional. Antes de dos semanas, la solidaridad se esfuma y las guerras políticas ocupan su lugar.

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