LA BUFADORA

La misma gata...

Por El Mosquito
miércoles, 21 de marzo de 2018 · 00:00

En este espacio señalamos desde hace meses que la clase política en el poder elaboró las reglas electorales para reciclarse en los cargos públicos una y otra vez, sin importar quién sea el candidato(a) que gane la presidencia de la república; y para comprobar lo anterior basta con revisar los personajes que todos los partidos políticos registraron como sus candidatos plurinominales al Senado de la República y la Cámara de Diputados, quienes volverán a ocupar por enésima ocasión un escaño legislativo sin necesidad de salir a pedir el voto a las calles.

Lo irónico de esta añeja práctica para reelegirse a través de puestos de representación proporcional, es que apenas hace unos meses los más beneficiados con las candidaturas plurinominales, en su mayoría dirigentes de las distintas fuerzas políticas y senadores que hoy pretenden brincar a la Cámara de Diputados y viceversa, eran precisamente los que prometían llevar a cabo la reformas necesarias para desaparecer a los cuestionados legisladores plurinominales o de lista, incluso también se comprometieron a eliminar el millonario financiamiento público que reciben los partidos políticos, todo esto a raíz de las secuelas que dejaron los sismos registrados en los estados de Chiapas, Oaxaca y la Ciudad de México en septiembre del año pasado, dado que ese dinero se destinaría supuestamente para la reconstrucción de las zonas afectadas. Sin embargo, ningún partido renunció a tales prerrogativas.

Y si los mismos de siempre -con diferentes camisetas- van a volver a integrar y controlar el próximo Congreso de la Unión, las posibilidades de que el país avance son mínimas, porque llevan años distribuyendo el presupuesto federal con base en sus intereses personales y de grupo. Pero lo más increíble de todo este asunto, es que la mayoría de los políticos que pertenecen al partido en el poder y los que se autodenominan de oposición, pero que gozan de iguales prestaciones, todavía tienen el descaro y cinismo de hablar de fraudes electorales y descalificar el método que les permite perpetuarse en el gobierno.

Desde luego no faltará quien durante las campañas prometa por enésima ocasión la erradicación de los plurinominales, el retiro del financiamiento público a los partidos, la reducción del salario de funcionarios de primero y segundo nivel, la gestión de una reforma fiscal que en verdad impulse el desarrollo social y crecimiento económico, y fulminar al monstruo de las mil cabezas que es la corrupción gubernamental. Mientras se escuche bonito funciona. ¿Puede haber debate entre iguales?

Trascendidos
Y tras la “polémica” que generó destitución de Mónica Ivania Osuna como oficial del Registro Civil, trascendió que el cargo será ocupado por Édgar Alatorre Amézquita, quien hasta hace unos días se desempeñaba como director de la Sindicatura Municipal.

Durante los últimos meses de gestión del ex presidente municipal, Gilberto Hirata Chico, y desde el Comité Ciudadano de Seguridad Pública, Alatorre participó en el proceso mediante el cual más de 200 policías municipales buscaban ascender.

Además, ya en calidad de director de Sindicatura, Édgar Alatorre trabajó en los procedimientos administrativos y auditorías en las que se relaciona al ex presidente municipal.

Y ya que andamos por el Palacio Municipal, alguien debería decirles a los asesores del regidor Rodolfo Mellado, que para entregar las llaves de la ciudad es indispensable que haya un acuerdo de Cabildo.

Lo anterior porque el edil estaba listo para honrar con esta distinción al gimnasta Daniel Corral, sin embargo, ni él ni quienes lo acompañan se fijaron en ese pequeño detalle, por lo que tuvo que recurrir a un plan B.

Y no es que Daniel Corral necesite ese tipo de reconocimientos, sobre todo porque cuenta con prestigio internacional, además de haber sido reconocido como “Ciudadano Distinguido”, precisamente por el Cabildo.

Bajo perfil
Desde hace varias administraciones municipales el perfil de quienes integran el Cabildo de Ensenada es bastante bajo, porque los regidores no han sido capaces de promover una agenda conjunta para atender los problemas prioritarios del municipio, léase usos de suelo, transporte público y movilidad urbana, comercio ambulante, espacios recreativos, mejora regulatoria y garantizar la eficiente prestación de los servicios públicos.

Los actuales ediles, como sus antecesores, se concentran en sus propias agendas, plagadas de asuntos chiquitos, y las comisiones que presiden o en las que participan no se distinguen por su productividad ni impacto social, porque los rezagos siguen siendo los mismos, y del tema de la seguridad pública mejor ni hablar, porque nuestros representantes populares más cercanos de plano voltean para otro lado.
 

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