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¿El fin del TLC?

Por Jorge A.Meléndez
martes, 5 de junio de 2018 · 00:00
Agencia Reforma/Ciudad de México

Hasta hoy he creído que el TLC sobreviviría la arremetida de Trump. Por una simple razón. El tratado conviene a todos, inclusive a Estados Unidos (EU):

* Entre 5 y 6 millones de empleos allá dependen del TLC, alrededor de 4% del total.

* México es primero o segundo destino exportador para 29 de los 50 estados de EU.

Aparte, las cadenas productivas están totalmente integradas y los consumidores de EU pagan menos por los productos que consumen por el tratado. Por eso, los industriales norteamericanos están del lado de México: no quieren que se termine el TLC.

Sería una estupidez. El problema es que Mr. Orange es irracional.

“Trump es mentalmente inestable y es un narcisista. Está destruyendo rápidamente el liderazgo de EU, sus alianzas e intereses.”, explica el prestigiado economista Jeffrey Sachs en un gran editorial en CNN.

100% de acuerdo. Por eso no estoy seguro de que el TLC sobreviva. Y si se cae le costará a EU, pero será una tragedia para México.

México tiene una economía mucho más abierta. La suma de exportaciones e importaciones representa poco más del 70% de nuestro PIB (en EU esta cifra ronda el 30%). Ah, y el 80% de nuestro comercio exterior es con el vecino del norte.

No hay plan B. Diversificar mercados no es chamba del gobierno, sino de las empresas. Y será una tarea larga y difícil. EU representa 24% del PIB global (toda Europa es 21%). Cualquier diversificación será menos rentable que comerciar con el gigante de al lado.

La Inversión Extranjera Directa que llega a México lo hace en buena medida por el TLC. Si Trump lo tumba, habrá recesión. Santander calculaba el año pasado una caída del PIB de 1.9% y Moody’s una del 4%.

Tristemente, Trump ha aprendido. Hay menos escándalos. Corre a razonables para mantener a los que comparten sus caprichos y malas ideas. Ah, y está rehaciendo el Partido Republicano. No es casualidad que muchos opten por no reelegirse. Cuidado si los republicanos mantienen el control legislativo en las elecciones intermedias. Habrá aún más radicalización.

Estamos ante la tormenta perfecta: el Sr. Naranja aprende y aquí entrará un presidente simplista y con poca experiencia para lidiar con Trump. El Rayito quiere sentarse a platicar. Craso error: se lo van a merendar. Relea “Evitar a Trump (un jefe bebé)”.

Hace poco estuve con Graciela Márquez, la Secretaria de Economía de AMLO. Buenas ideas, pero muuuy verde. Por ejemplo, al hablar del TLC todo, todito lo que proponía era lo que han hecho (y muy bien por cierto) el equipo negociador de Ildefonso Guajardo.

Trump incrementará la presión, ya sea anunciando su salida del TLC o aplicando aranceles del 25% a la importación de vehículos y autopartes. Un golpe mortal a México: este sector representa la tercera parte de nuestras exportaciones a EU.

¿La solución? Un “hail mary”. Para México el pase de último minuto a la zona de anotación es que remuevan a Trump. Hay dos formas: un juicio de “impeachment” y la enmienda 25 de la constitución de EU.

El juicio de “impeachment” pasa por la investigación de Robert Mueller. Si hay colusión con Rusia u obstrucción de justicia, este gran investigador lo encontrará (relea “La peor pesadilla de Trump”).

Imagine que encuentra algo. La bronca es la matemática política del juicio de “impeachment”. Primero, 50% + 1 tendría que aprobar el procedimiento en la cámara de representantes. Y luego 66% + 1 de los senadores tendría que encontrar a Trump culpable.

Está en chino, y la matemática de la enmienda 25 está peor. Este cambio constitucional aprobado en 1967 marca como se puede remover a un presidente (vea un video en nuestros sitios).

La sección 4 define el proceso para remoción por incompetencia: lo solicita el vicepresidente, tiene que aprobarlo en mayoría el gabinete y después el 66% + 1 de ambas cámaras legislativas.

Ambas vías son pues quijotescas. Por eso el TLC está en graves problemas. y México también. La llegada de ya sabes quién al poder sólo incrementa mi pesimismo.

Ojalá que impere la prudencia ante un imprudente poderoso.

En pocas palabras.
“El rey está desnudo. El Presidente (Trump) no tiene sentido común”

Jeffrey Sachs, economista estadounidense

benchmark@reforma.com

Twitter: @jorgemelendez

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