ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS

Los Pueblos Mágicos de México

Por Dra. Claudia E. Delgado Ramírez*
jueves, 20 de septiembre de 2018 · 00:00

En el año 2000, el entonces presidente Vicente Fox promovió la creación del Programa Pueblos Mágicos dirigido por la Secretaría de Turismo. El objetivo era organizar el turismo en localidades y pueblos que ya tenían una importante afluencia de visitantes y potencializar la “magia” de muchos otros que podrían convertirse en íconos turísticos del país. Hasta ese momento, la economía de varias regiones basadas en el turismo de sol y playa era muy relevante, sin embargo el turismo cultural empezó también a posicionarse en las economías locales, consolidando otro tipo de turismo nacional e internacional en lugares conurbados y rurales con “atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin magia que emana en cada una de sus manifestaciones socio-culturales y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico” (SECTUR). En principio, el programa consideró el reconocimiento de 52 Pueblos Mágicos a nivel nacional, uno para visitar cada fin de semana durante un año. En 2012 el número de Pueblos Mágicos se incrementó de 50 hasta 83 y actualmente existen 111 a lo largo de todo el territorio nacional.

Ahora bien, uno podría pensar que la “magia” de un pueblo se identifica casi naturalmente y que el reconocimiento es prácticamente automático por parte del Programa; nada más lejano a la realidad. A grandes rasgos, para ser reconocido como Pueblo Mágico es necesario primero organizar un comité ciudadano que tenga entre sus tareas armar un expediente en el que se expliquen y describan los elementos que dotan de magia a la localidad (históricos, arquitectónicos, paisajísticos, simbólicos, culturales) y se documente detalladamente la viabilidad que un pueblo tiene para recibir turistas en términos de su infraestructura y el desarrollo mínimo de servicios turísticos. A partir de esta primera etapa y una vez aprobado el reconocimiento, inician las obras con financiamiento del Programa para “resaltar” la magia de las localidades, o mejor dicho de algunas zonas de éstas como por ejemplo, los centros históricos que concentran las plazas principales, los edificios de la presidencia municipal y las iglesias más antiguas así como hoteles, restaurantes y comercios. Para los miembros de comités de pueblos mágicos en realidad la magia se construye con mucha paciencia y para los lugareños, los beneficios económicos suelen distribuirse entre muy pocas personas; en este sentido hay críticas fundamentadas al Programa que parece incentivar la conformación de cacicazgos locales.

La historia y la cultura son los valores centrales que el programa trata de poner en relieve en estas localidades, sin embargo la MAGIA está compuesta por muchos y variados elementos tales como la arquitectura, la gastronomía, la flora y la fauna, los paisajes, los geosímbolos, la estética, las fiestas y tradiciones locales, las artesanías y principalmente, como dicen los lugareños, SU GENTE. Aunque hay decenas de lugares mágicos en el noroeste, tenemos 13 Pueblos Mágicos reconocidos: Tecate en Baja California, Loreto y Todos Santos en Baja California Sur, Magdalena de Kino y Álamos en Sonora, Mapimí en Durango, Batopilas, Casas Grandes y Creel en Chihuahua y Cosalá, El Rosario, Mocorito y El Fuerte en Sinaloa. Seguramente ustedes han recorrido las calles de Tecate y se han deleitado con su delicioso pan y el trato amable de su gente, yo los invito a conocer todos los Pueblos Mágicos, de preferencia por carretera porque generalmente éstos forman parte de regiones, corredores y rutas mágicas más amplias, y a encontrar los elementos que componen la magia de estos lugares platicando con los lugareños y escuchando sus historias. ¡Conoce la magia, historia y culturas de México!

* Profesora-Investigadora INAH

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