Columna

Ajedrez Público

Por Alfonso Torres Chávez
domingo, 26 de junio de 2016 · 00:00
La hora final

El nuevo sistema de justicia penal ya llegó a sus aparejos. En todo el país ya estamos dando vistos de las audiencias orales.
Escribí hace poco en un texto que empezaríamos a resentir los efectos de la mala preparación.
El mal llamado juicio oral no es sino la sistematización del proceso que sintetiza la eficacia procesal en sus elementos fundamentales.
Los elementos básicos de un sistema de justicia se sintetizan en un proceso penal rápido y eficiente que respete los derechos de los procesados.
El proceso penal debe volverse más eficiente y funcional para los ciudadanos. Las sentencias que se emiten tienen obligatoriedad, pero las audiencias se desarrollan en un sólo acto.
En Estados Unidos los juicios orales son algo sumamente común, lo cual nos da el antecedente de un sistema en que la presunción de inocencia es el principio básico.
En México tanto litigantes como funcionarios están recibiendo entrenamiento desde hace aproximadamente ocho años. La vacatio legis merece comentarios. Ocho años era suficiente para paparse; sin embargo, mucho se quedaron dormidos en el sueño de los justos. 
Ahora lo único que queda es empezar a ver y palpar la realidad de los asuntos que nos vaya palpando la realidad.
Los elementos están dados para que el sistema se vuelva eficiente y sencillo en su aplicación si tenemos buen margen de aplicación con el entrenamiento suficiente para llevar a buen puerto los asuntos que se plantean ante los órganos judiciales.
El estado también debe hacer su parte de responsabilidad para la aplicación del sistema acusatorio.
Hoy nos enfrentamos a un sistema que aunque en ciernes debe enfrentar el reto de su eficiencia.
Una vez que esto sea probado habremos avanzado ampliamente en materia penal y de impartición de justicia.
Si esto se lleva a cabo el nuevo sistema de justicia penal habrá cumplido cabalmente su fin último: brindar certidumbre y justicia a los gobernados.
Las penas también se graduaran conforme al nuevo sistema desde el momento en que existe un catálogo de los delitos que se juzgaran, a través del sistema oral y aquellos que son para el sistema tradicional que no ha desparecido y sigue vigente para una serie de delitos que no están en el catálogo de los que se llevarán en el proceso acusatorio adversarial.

alfonsotorr@gmail.com

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