Ironías y malandros

lunes, 25 de agosto de 2014 · 22:49
La "Ópera de los tres centavos” (B. Brecht/ K. Weill, 1928)  fue la obra de teatro musical más exitosa en Alemania hasta la toma del poder del partido nazi en 1933.  En poco más de cuatro años (a partir de su estreno) ya había sido traducida a 18 idiomas e interpretado unas 10.000 veces. Algunas de sus canciones se independizaron y tuvieron un éxito tremendo (enorme, colosal, gigantesco). Tal es el caso, por ejemplo, del "Moritat de Mackie Messer”. 
Lo curioso (¿o lo irónico?) es que esta pieza no existía en la partitura original. La escribieron justo antes (o poquito después) del estreno en Berlín. Ahí va el chisme: resulta que Harald Paulsen, el actor que interpretaba al malandrín (pillo, truhán, maleante) Mackie Messer, a la mera hora se puso sus moños y amenazó con dejar la obra si su personaje no recibía una introducción apropiada. Esta "emergencia creativa” dio como resultado ¡la canción más popular de la obra! 
Ya después (mucho después) Marc Blitzsein la tradujo al inglés como "Mack the Knife”. Hasta la fecha, no sé si darle o no las gracias a Paulsen, a Brecht y a  Weill, a Blitzsein… O a todos. O, ultimadamente, a ninguno.  Chéquela. Aquí la canta precisamente el autor del berrinche que le dio origen:
"Moritat”  significa literalmente "hecho de muerte”. Es un tipo de canción medieval que trata sobre alguna matanza (real o ficticia, cumplida o frustrada). Narra los hechos del verdugo o el escape de quien iba a ser víctima. Al final puede (o no) platicar la captura del verdugo y su destino último. Es como un corrido, pues. (La famosa "Pedro Navajas” de Rubén Blades está inspirada en el Moritat de Mackie Messer. Hasta la fecha, no sé si darle o no las gracias a Rubén Blades por su Pedro Navajas).  
Tiene esta singular ópera (especie de comedia musical temprana) un prólogo, y tres actos. El personaje central es Macheath, un criminal amoral, antiheroico y guapo.  Es una adaptación de "La Ópera del mendigo”, de John Gay (1685-1732), una "ópera de baladas” del siglo XVIII inglés, que también había sido sumamente popular en shush tiemposh (cashi doscientos años antes). Tan popular fue que hasta le hicieron objetos promocionales. Neta. Abanicos, muñequitos, estampitas, etc.
La trama de ambas obras es prácticamente la misma. No se la pienso platicar a usted. Me enteré de que dentro de un par de meses la vamos a poder ver aquí en Ensenada. El próximo martes le cuento más.
La principal diferencia entre la obra de John Gay y la de Bertolt Brecht (1898-1956) es que el primero hizo una especie de collage con tonadillas preexistentes, mientras que el segundo hizo mancuerna con su compa Kurt Weill (1900-1950)  para que compusiera una música completamente nueva. Bueno, casi: La única música que conserva de la pieza de John Gay es el Morgenchoral del acto I, que dura unos treinta segundos. Lo curioso (¿o lo irónico?) es que si no me lo dicen, ni me entero de que no lo compuso Weill. No desentona para nada con el resto de la música. ¿No me lo cree? Pus chéquelo:
"Mack the Knife” la han cantado un titipuchal de intérpretes: desde Louie Armstrong, Bobby Darin y Frank Sinatra, hasta Miguel Ríos, Sting y Nick Cave. 
Los Post-punkos Psychedelic Furs tienen una excelente versión.
El brasileño Chico Buarque compuso su "Ópera do Malandro”(1985), inspirándose en Gay y en Brecht. Curiosamente, el "Moritat de Macke Messer” fue la única canción que conservó. Y este Chico hizo una morrocotuda versión brasileira.  
La versión de Bobby Darin (1959) es tan buena que fue prohibida por la BBC allá en shush tiemposh
Y, bueno, es que (una vez independizada de la obra que le dio origen) la cancioncita puede parecer apología del crimen. ¿Qué, no?
El próximo martes le sigo.

bauldemanias@hotmail.com

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