LA BUFADORA

Así como al ex dirigente de los burócratas, Ricardo Medina Fierro, le cayó del cielo la diputación federal cuando el entonces legislador, Gilberto Hirata Chico, fue postulado y luego ganó la presidencia municipal de Ensenada, así parece ser que en los próximos días, fiel a esta hiratísima costumbre política, el actual alcalde ensenadense tome posesión como presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en relevo del "challenger” -como le dicen a Chris López Alvarado-, el todavía líder del tricolor en Baja California, por aquello de que tronó inmediatamente después del lanzamiento.

Esta versión que corre como reguero de deseos más que de pólvora, surgió desde el mismísimo recinto legislativo, donde lo que menos tiene la presente corriente que lidera el PRI del estado, son simpatizantes.

Lo que de entrada destaca con toda la lógica de que eso sea posible, a saber: Chris tiró la mitad de los votos que obtuvo el PRI en 2013, dejó un diputado local y un regidor en la ciudad donde se concentra la mitad del padrón del estado (Tijuana), y ni un diputado en la ciudad capital (Mexicali), donde se supone que se deciden las cosas importantes. 

Retener Ensenada y Tecate tiene un gran valor para los paseos de fin de semana de los priistas, pero totalmente inútil para contender por la gubernatura de dos años que vendrá en el 2019.

Si algo explica este entorno para el político lector con memoria del tamaño de algunos conductores de televisión por cable, sobre saber que al renovarse poderes en la entidad al término de este año el PRI se encontrará como en los mejores tiempos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Baja California.

Y de seguir las cosas como van, a la siguiente elección el PRI estará como el PRD ahora, con un diputado, un regidor, registro de panzazo, dividido y en peligro de extinción. Más o menos.

Bien dicen que a veces no hay que esperar mucho por una respuesta. El paciente lector recordará que no hace ni 72 horas publicábamos en este espacio el compromiso lanzado por el candidato electo a la presidencia municipal de Ensenada, Marco Antonio Novelo Osuna, para escoger de entre los ensenadenses (aunque no habló del nativismo) a los mejores elementos que lo acompañen en el aparato de dirección administrativa (porque ya lleva un abanico de personajes de casi todos los partidos políticos como ediles), durante los siguientes tres años.

Y hace dos semanas también le dijimos en este espacio que el delegado del comité ejecutivo nacional del PRI en Ensenada, Antonio Lugo (oriundo de Jalisco, donde dejó un grupo de amigos que de vez en cuando le lanzan ‘flores’) comenzaba a darle comezón al alcalde electo, Marco Novelo, habida cuenta su interés de "ayudarle” a formar su gabinete.

Seguro se formaría una fila de ensenadenses por toda la avenida Reforma para aplaudir con beneplácito esta ayuda, si como prometió hace apenas dos días Novelo, se escoge de entre los mejores hombres y mujeres para dirigir el gobierno municipal.

Pero, hay malas noticias. No es así. Reporta el más comunicativo de los priistas (cuyo pecho jamás pretendió usarlo de almacén) que Don Antonio Lugo fue y vino a la nueva Ciudad de México, en un viaje que para Novelo y equipo pareció un suspiro, porque pensaron que era definitivo.

Don Antonio regresó con más enjundia a Ensenada y probablemente después de tomar algunas clases de cómo alargar el colmillo en medio de la transición lección 1, porque este caballero utiliza una técnica -emparentada con simulador de aviones que da de comer a los bebés en la boca-, que ha logrado convencer a los más escépticos.

Este varón -en serio- toma su celular, marca algunas teclas, y habla con voz más grave que la de nuestro estimado Don Luis Lamadrid: "Manlio!.. Sí jefe aquí estamos con el equipo de Novelo... ayudándole sí… como nos ordenó… ajá… yo le digo… sí claro… también él le manda un abrazo”. Actorazo el hombre, que si lograse quedarse en Ensenada sería un trienio lleno de sabor y color… para la prensa, naturalmente.

Lástima porque parece que no será así. A Don Antonio Lugo le achacan que no sólo le anda formando el gabinete a Novelo, sino que además pide ciertos apoyos "extras”. Para las aguas, dicen.

Por lo pronto ya tomó agua del Aguajito y no tiene intenciones de irse, ni aunque Beltrones haya dejado la presidencia del PRI nacional e inicie la precampaña presidencial desde lejecitos del gabinete, ni aunque traiga acercamientos del tercer tipo con el Peje.