La Bufadora

Mientras en la ciudad de Tecate los alcaldes electos de los cinco municipios, así como los ediles actuales de Rosarito y Tecate, se reunían con el gobernador Francisco Vega de Lamadrid y los diputados federales por Baja California, para revisar el presupuesto correspondiente al ejercicio fiscal 2017, aquí en Ensenada el presidente municipal, Gilberto Hirata Chico, prefirió quedarse para escuchar poesía en el evento denominado "kilómetro del libro”.

No se trata de menospreciar las distintas expresiones culturales, pero debido a las complejas circunstancias financieras que enfrenta el Ayuntamiento porteño, resulta inexplicable que Hirata no acudiera al encuentro celebrado en Tecate. ¿Por qué no fue?, seguramente tendrá una explicación, pero no podrá justificar su ausencia por cuestiones de agenda.

Los que sí asistieron fueron: el mandatario estatal Francisco Vega; los alcaldes de Tecate, Cesar Moreno González de Castilla, y de Playas de Rosarito, Silvano Abarca Macklis; el secretario general de Gobierno, Francisco Rueda Gómez. 

Asimismo, las diputadas federales por Baja California, Gina AndreaCruz Blackledge; María del Rosario Rodríguez Rubio; María Eloísa Talavera Hernández; Jacqueline Nava Mouett y Nancy Sánchez Arredondo; además de los legisladores federales: José Teodoro Barraza López; Exaltación González Ceceña; Jorge Ramos Hernández; Wenceslao Martínez Santos; Máximo García López y José Alfredo Ferreiro Velazco.

También participaron el secretario de Finanzas del Estado, Antonio Valladolid Rodríguez; el secretario de Infraestructura y Desarrollo Urbano (Sidue), Manuel Guevara Morales y el Secretario de Fomento Agropecuario (Sefoa), Manuel Valladolid Seamanduras; las presidentas municipales electas; de Tecate, Nereida Fuentes González; de Playas de Rosarito, Mirna Rincón Vargas; y los alcaldes electos de Mexicali, Gustavo Sánchez Vásquez; de Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro y de Ensenada, Marco Antonio Novelo Osuna.

Palabras de Yoda cuando Luke le confiesa que intentara usar "la fuerza”. Cuando alguien dice lo intentaré, es la mayor cobardía que se puede mostrar, porque anticipa el fracaso. Se dice que en una ocasión Woody Allen le pregunto a Arnold Schwarzenegger, si alguna vez podría llegar a ser como él, y el fortachón actor le contestó: "seguro, en unas 25 generaciones”; palabras más o palabras menos, el sentido de la cita expresa que para el hombre, si bien muchas cosas son posibles, otras ni siquiera resultan imaginables. Pienso también que al revés para Schwarzenegger, resultarían impensables muchas de las cualidades del pequeño Woody. 

El sentido de la parábola anterior y su relación con el título de esta columna contienen en sí mismas un elemento vital, el cual, despejado, nos podría encaminar a dejar de lado intentos vanos, para concentrarnos intensamente en lo que nos es, no sólo deseable sino posible alcanzar. 

Lo anterior no significa una invitación al conformismo, porque es inconmensurablemente basto el parque de potencialidades que el ser humano puede ser capaz de desarrollar, y si no vean ustedes cómo existen coincidencias, tales como los siglos de oro de las literaturas inglesas y españolas, producto de modas o tendencias que provocaron la explosión de talentos en una misma época, explosión que produjo el desarrollo de otras disciplinas íntimamente ligadas con la literatura como la música y eventualmente la ópera, igual paso con la pintura, expresión artística que florece en épocas coincidentes en Europa, así como el inicio de la revolución industrial. Pruebas no faltan de cómo el esfuerzo y la perseverancia del hombre alcanzan alturas insospechadas que terminan desembocando en casos de genialidades que han prevalecido a lo largo de la historia y han hecho posible la evolución social y económica del mundo; lo contrario resulta cuando una sociedad recibe raciones extras de bondades naturales, tales como el clima, el suelo, las costas, el agua y todo lo que usted le quiera agregar, sólo para terminar siendo presas fáciles de ser engullidas por depredadores locales y foráneos. 

El ambiente blando produce sociedades blandas y si además estas son inducidas a "pensar” que sólo por estar aquí tienen derechos que en otras partes se tendrían que ganar, el coctel perverso no es difícil de preparar, e inicie la época del encantamiento, como en el juego de los encantados, que jugamos de niños., y que hoy nos tienen aturdidos viendo cómo se despachan con la cuchara grande los que han encontrado el modo, dejando al resto con la cuchara chica y vacía.

Así que no le busquemos mucho, no tratemos, hagamos que la próxima autoridad a nivel municipal, empiece por decirnos cómo vamos -juntos- a iniciar una época de rescate de nuestra ciudad, en todos los campos; y si por razones de competencia no pueden echarse todos los trompos a la uña por lo menos que no se conviertan en espectadores cómplices, amparados en el "¿y yo por qué?”.

Esperemos noticias de aquí a noviembre; ¡ah! y no se les olvide, cuidadito con el dinero, no hay y habrá que empezar a cuidarlo, empezando por ustedes.