BUFADORA

El ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, manifestó que el grupo Democracia Interna desconoce a Claudia Ruiz Massieu como presidenta del PRI y exige que el presidente Enrique Peña Nieto deje de intervenir en el partido.

Advirtió que los integrantes de esta corriente priista no permitirán que quienes hundieron al partido pretendan ahora encabezar su renovación.

“No puede ser que los que refundieron al PRI sean los que lo refunden, no lo vamos a permitir”, manifestó.

El ex mandatario estatal señaló que Ruiz Massieu debe llevar la dirección del partido para que se elija a una dirigencia de transición, la cual, sin dados cargados, sea la que convoque a la militancia para la elección del nuevo presidente del tricolor.

Consideró que lo que le pegó al PRI en el corazón y ocasionó su derrota electoral, principalmente, fue cargar con el 80 por ciento de reprobación ciudadana del gobierno de Peña Nieto.

Acusó gatopardismo en la renuncia de René Juárez Cisneros en la presidencia del PRI para colocar a Ruiz Massieu.

“Es Peña el que puso a Beltrones, a Enrique Ochoa, a Juárez Cisneros y ahora a Claudia, y ese grupo es el que llevó al PRI al fracaso y lo quiere refundar”, insistió en su reclamo.

También cuestionó que se pretendan quedar con la dirección del PRI los que no hicieron nada para resolver los problemas del país en materia de seguridad y pobreza durante el gobierno de Peña, como Miguel Osorio Chong y Luis y Galindo, que ya tienen asegurado espacio en el Congreso.

Resaltó que Peña Nieto puso a un externo como dirigente, a otro externo como candidato y hasta a un coordinador de campaña externo. “El único con experiencia de partido era Javier Lozano y era del PAN”, condenó sobre el enojo de la militancia y errores cometidos.

El mayor error de la campaña fue tener una estrategia basada en golpear al segundo lugar de la contienda para alcanzar al primero, aseveró.

Desairan reunión
El mea culpa de los dirigentes nacionales del PAN por la derrota del pasado 1 de julio no llegó.

El ex candidato presidencial Ricardo Anaya brilló por su ausencia. Los gobernadores del albiazul desairaron la sesión de la comisión permanente agendada para revisar el descalabro en las urnas y a media sesión varios militantes abandonaron el cónclave.

Los integrantes del órgano dispuso que el PAN inicie un periodo de reflexión que, de hecho, correrá paralelo al proceso de renovación de la dirigencia encabezada por Damián Zepeda, quien dejará la presidencia al secretario general, Marcelo Torres, días antes de que ocupe su escaño.

Gustavo Madero apuró su salida para no perder un vuelo; antes lo había hecho el morenovallista Max Cortázar, inconforme con lo que había visto y escuchado.

Según testimonios de algunos participantes, Ricardo Anaya ni siquiera fue mencionado en la sesión.

“La mayoría de los comisionados se ha pronunciado por abrir un proceso para definir las acciones que el partido necesita y, también, para definir con toda claridad la posición que va asumir frente al nuevo gobierno”, dijo el morelense Marco Adame.

“Hemos acordado iniciar un proceso de reflexión profundo, para llegar a identificar mejor las causas (de la derrota)”, detalló.

El ex dirigente nacional Luis Felipe Bravo Mena señaló que el horizonte que se abre para los panistas no será fácil.

“No podemos cubrir el expediente y hacer como que hacemos el análisis y ya”, advirtió.

Algunos panistas reconocieron que no vieron venir el tsunami con que arrasó Andrés Manuel López Obrador, y que el Frente formado con el PRD y MC no fue lo que habían previsto.

Zepeda, por su parte, se concretó a presentar “datos duros”.

La senadora Adriana Dávila urgió a la dirigencia a convocar al consejo nacional, para que ahí se defina la ruta de la renovación.

“La verdadera discusión se dará en el consejo”, previó.

Aclaran impugnación
El Partido Encuentro Social (PES) aseguró que no piden la nulidad de los comicios presidenciales que favorecen Andrés Manuel López Obrador, sino de sólo algunas casillas donde no les reconocieron votos a su favor.

Hugo Érik Flores, dirigente del partido, indicó que lo que el PES busca es anular las casillas que no fueron abiertas por el Instituto Nacional Electoral (INE) en las que el PES aparece con cero votos o uno solo.

“Esto es prácticamente imposible y así se logró evidenciar durante la revisión de más de 15 mil paquetes electorales a petición de este instituto político”, dijo.

Detalló que fueron cerca de 40 mil casillas a nivel nacional en las que al PES no se le reconocieron debidamente sus votos por lo que las impugnó, más no el resultado final a favor de AMLO.