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CARACOL, UN MUSEO PARA TI: "Museos hoy”

sábado, 4 de julio de 2015 · 00:00
Por: Lourdes A. González Lara*
 
 
Los museos contemporáneos han cambiado radicalmente su forma de verse a sí mismos y de interactuar con sus usuarios. Vivimos un tiempo de intensas transformaciones sociales derivadas de la globalización de la economía y la política y sus efectos en la educación y la cultura. Las nuevas tecnologías de la comunicación hoy hacen posible un intercambio frenético de información que es una oportunidad educativa sin precedentes pero, a la vez, puede confundirnos haciéndonos creer que el cúmulo de datos  es suficiente para ir por el mundo, para entenderlo y apreciarlo. En este contexto, los museos  son  relevantes  por sus posibilidades educativas  y su impacto en las comunidades. A la vez, enfrentan grandes retos para lograr incidir en las formas en  que las personas vemos el mundo y nos implicamos en su disfrute y cuidado.
 
Los museos actuales que han entendido los procesos de generación social del conocimiento ya no se ven a sí mismos como espacios donde los especialistas son "los que saben" e iluminan desde su experiencia a "los que no saben", sino como lugares para el intercambio y el diálogo, para la confluencias de saberes, sentires y sueños sobre la comunidad que deseamos ser. Los museos contemporáneos reúnen a las personas de todas las edades para construir juntas el espacio que habitamos y pensar en soluciones y formas para hacer de nuestro mundo un mejor lugar.
 
Como espacios culturales que son, los museos hoy tienen el reto de ir más allá de la interactividad manual, más allá de sólo ofrecer atractivos equipos llenos de palancas y botones. Deben propiciar la interactividad mental, es decir, el intercambio activo de ideas e información, pero, sobre todo, deben generar una interactividad emocional que se logra cuando el usuario se conmueve -y algo cambia en su interior- detonando un nuevo conocimiento lleno de sentido que le invita a ampliar sus preguntas, a hacer más honda su reflexión y a actuar de nuevas formas desde lo individual o en comunión con otros.
 
Cada día se vuelve más urgente pensar y actuar localmente reconociendo el impacto de nuestras acciones en la realidad de nuestro mundo global. Nuestra riqueza biológica y cultural regional, lo que nos hace únicos, se vuelve más valiosa y frágil en la medida que lo global amenaza con volverlo todo plano. Es aquí donde el papel de los museos en las sociedades actuales cobra gran significado al ofrecer un espacio para  la apropiación de lo nuestro y el desarrollo de la identidad; para hacer posible que las cosas cobren nuevos sentidos en el contexto de la sociedad del conocimiento y ante los grandes retos que enfrentamos actualmente, como la extrema crisis ambiental.
 
Los museos hoy son, ante todo, laboratorios sociales para explorar nuevas formas de sensibilidad y relación, son espacios para coincidir y juntos evitar que avance la nada, aquello que Michael Ende menciona en su novela La Historia Interminable, y que amenaza con devorar todo sentido profundo de la existencia.

*La autora es Bióloga de profesión; actualmente colabora en el Centro Estatal de las Artes Ensenada (CEARTE) y es Asociada Fundadora de Caracol.

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