DESDE EL VIGÍA

Expectativas y desencantos

domingo, 5 de julio de 2015 · 00:00
Desde que en México se dio la alternancia política en las esferas del poder público, cada vez que se llevan a cabo procesos electorales renacen las expectativas en un segmento de la sociedad, pero el resto de los ciudadanos, que son la gran mayoría, se mantienen escépticos, incluso apáticos, porque su indiferencia releja un profundo desencanto de la democracia representativa que se practica en el país.
La decepción que provocan los partidos políticos permitió a un puñado de candidatos independientes obtener sonoras victorias en comicios locales y algunos distritos electorales federales en las votaciones celebradas el pasado 7 de junio.
Sin embargo, de cara a las elecciones del 2016 que tendrán verificativo en Baja California, cuando se renueven las cinco alcaldías de la entidad y los 25 escaños del Congreso del Estado, desde ahora comienzan a tratar de posicionarse en la opinión pública ciertos personajes que aspiran a contender sin el respaldo de un partido, pues tienen claro que el descrédito de las fuerzas políticas tradicionales no abonaría a sus pretensiones.
Y aunque desde el Poder Legislativo se establecieron una serie de trabas para desalentar las candidaturas independientes en el estado, el sector empresarial y las asociaciones civiles se han pronunciado por la participación de ciudadanos sin partido, para romper paradigmas, inercias y corruptelas en la administración pública.
Ahora habrá que esperar a que en los hechos esas intenciones se concreten y a partir de la sociedad se puedan construir proyectos políticos ajenos a los intereses de las facciones que durante los últimos 25 años se han reciclado en el poder.
Así que el próximo año constituye una magnífica oportunidad para que surjan nuevos liderazgos, sin ligas, compromisos o facturas por pagar, con la suficiente libertad para integrar un gabinete de gobierno con ciudadanos comprometidos y capaces.
Las condiciones están dadas para que se rompa el bipartidismo en Ensenada y Baja California, sólo falta que los ciudadanos se animen.

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