Futuro y juventud

Ensenada es la ciudad del país, en proporción a su número de habitantes, con más científicos y estudiantes universitarios del país, pero el municipio carece de la infraestructura necesaria para aprovechar este potencial.

Y para colmo, el famoso bono demográfico de México, es decir, la ventaja que tiene por su fuerza laboral joven, sólo durará una década más, dado que el promedio de edad está cambiando, porque en 2005 era de 29 años y en el 2025 será de 35.

Sin embargo, para preparar a nuevas generaciones en las actividades que requiere el país se llevará el doble de tiempo, advierten especialistas.

También señalan que para revertir la desventaja en cuanto a aprovechamiento de mano de obra calificada se debe formar a los jóvenes en nivel técnico, ya que son las actividades que ahora tienen mayor demanda el mercado laboral. 

Nos quedan entonces pocos años de bono demográfico, se nos acaba en 10 años, y hay que aprovecharlo.

Lo anterior exige que se aborde el tema del desempleo de dos formas: uno de largo plazo con programas de becarios, que tengan un segundo idioma, prácticas profesionales, con duración de 20 años. Otro es a corto plazo, fomentando algunas carreras y desincentivando otras. 

Los analistas sostienen que habrá actividades que destacarán en el futuro como: granjeros verticales, granjero eólico, ingeniero biorefinador, consultor geriátrico, seguridad biomédica, entre otras.

Siempre se presume que Ensenada goza de una privilegiada posición geográfica, también se destaca su clima envidiable y excelente gastronomía, además de ser sede de centros de investigación y varias universidades, pero su equipamiento urbano es pobre, al igual que su red carretera, no hay suficientes fuentes de agua, tampoco se cuenta con ferrocarril ni aeropuerto, carencias que le impiden atraer inversiones y generar riqueza.

Todavía se puede hacer algo, pero el tiempo y la edad ya juegan en contra.