Comercio contraído
El comercio es uno de los sectores de mil batallas, siempre están a la defensiva de los embates y contracciones económicas, y no siempre salen bien librados.
Ese es el caso de Ensenada, y las cifras dadas a conocer representan un foco rojo digno de tomar en cuenta, considerando que el flujo y la liquidez económica en la comunidad son la clave para la sobrevivencia y desarrollo de la ciudad.
En lo que va del año 430 comercios han cerrado sus puertas en el municipio de Ensenada, de acuerdo a la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la localidad.
Las grandes causas hasta cierto punto son lógicas: las reformas fiscales y el desplome de la autopista Tijuana-Ensenada.
De acuerdo a datos del Inegi, en poco más de medio año alrededor de 400 negocios han desaparecido y aunque se registra una excelente temporada turística el cierre de comercios continuará.
El incremento del Impuesto al Valor Agregado del 11 al 16 por ciento también generó la fuga de consumidores hacia Estados Unidos.
Sin duda, el hundimiento de la autopista redujo la cantidad de personas que viajan al vecino país para realizar sus compras, pero se espera que una vez restaurada la autopista la salida de compradores tenga un repunte.
Por si fuera poco, a todo este escenario se suma ahora el problema del agua, factor que también inhibirá el crecimiento regional si no se atiende oportunamente.
Hace apenas unos días el sector restaurantero señalaba que la falta de agua les ocasionaba mermas, pues daban mala imagen al utilizar utensilios desechables ante la falta de agua para lavar los trastes y demás herramientas de trabajo.
A partir de agosto viene una temporada agradable para Ensenada por la celebración de las fiestas de la vendimia, que atraen turista a los restaurantes, hoteles y demás comercios.
Sin embargo, la noticia del cierre de comercios es una señal que las autoridades deben analizar junto con el sector privado, y buscar alternativas para evitar que la crisis escale, porque repercutirá en la población.
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