Desde El Vigía

Difícil abatir corrupción

viernes, 28 de octubre de 2016 · 00:00
La corrupción en México es un problema sistémico y transversal, de consecuencias perniciosas y difícil solución, sobre los cuales no se ha actuado a pesar de que alcanza el nivel de "norma social”.
Así lo concluye la segunda edición del libro "México, anatomía de la corrupción”, elaborado María Amparo Casar, presidenta ejecutiva de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Para muestra, la investigación estima que el próximo año la corrupción le costará a México alrededor de 906 mil millones de pesos, equivalentes a casi cuatro veces el recorte al presupuesto de 2017, o bien, 1.5 veces el presupuesto del IMSS.
"A pesar de que la lucha contra la corrupción y la impunidad forma parte de todos los discursos y ofertas políticas de los partidos y gobernantes, ninguno ha mostrado compromiso real con la disminución de esta práctica.
"Sigue prevaleciendo entre ellos la costumbre de abusar del poder político para beneficio personal, y después de abusar, la práctica de sustraerse a la justicia. La corrupción alcanza el nivel de norma social”, señala el libro.
Casar señaló que 79 por ciento de los mexicanos cree que la corrupción es un tema serio; que en 2015 se presentaron 4.9 millones de casos de corrupción en trámites; y que 44 por ciento de las empresas realizó pagos "extraoficiales”.
Además, que México ocupa el último lugar de los países de la OCDE en percepción de corrupción; el 14 por ciento del ingreso promedio de los hogares se destina a pagos extraoficiales; sólo 3 de cada 100 delitos se resuelve; y que el 41 por ciento de la población está dispuesto a ir contra la ley en ciertos casos.
"Si se ha quedado igual (la corrupción), ha aumentado o ha disminuido, de todas maneras lo que nos dicen los indicadores es que estamos en un problema muy severo que está impidiendo el crecimiento y el desarrollo económico”, comentó.
La "Anatomía de la Corrupción” también concluye que en México la desconfianza es generalizada, las leyes no cuentan con legitimidad, la impunidad es alarmante, y cada vez se gasta más en el combate a la corrupción, pero se está peor.

Fuente: Agencia Reforma

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