Tiempo desperdiciado

Como si fuera la década de los 80 y en pleno siglo XXI, todavía existen los trámites engorrosos en dependencias de los tres niveles de gobierno, los burócratas desinteresados que prefieren dejar su escritorio por el café, saludar a personas en otras oficinas o lo que sea, que atender a las personas que llevan prisa y sólo quieren regresar cuanto antes a sus deberes.

Es bastante molesto para el usuario que lo traigan de una oficina a otra para hacer un pago aquí, otro trámite por allá, luego regresar en donde comenzó su trajín y tener que esperar horas sentado en una silla incómoda, para ser llamado y poder continuar con su papeleo.

El problema eterno en las dependencias de gobierno, cualquiera que sea, es el excesivo papeleo y tardanza de sus empleados para despachar con rapidez, sin descuidar, la calidad de su labor, los asuntos que los ciudadanos hacen para estar en regla.

Simplificar los trámites debería ser un tema que los funcionarios públicos tienen que discutir, porque son los mismos ciudadanos que con sus diligencias y pagos, dan trabajo y un sueldo, por cierto muy bueno, a esos trabajadores que despachan detrás de las ventanillas.

También es algo molesto que un sencillo trámite como sacar una licencia de conducir o un certificado médico en un centro de salud, se tarde entre 1 a 3 horas para ser expedida.

Pero enfada más a las personas, que los empelados de gobierno no tengan la sensibilidad necesaria para tratar de ponerse en el lugar de quien están atendiendo y los conflictos que puede tener en su casa, trabajo o cualquier otro compromiso al tenerlos "atorados” en una oficina.

Sin duda alguna hay burócratas que hacen su trabajo lo mejor posible, pero hay quienes "se relajan” demasiado y dejan su espacio laboral, para irse a servir un café mientras platican con sus compañeras o reciben una llamada y la contestan en su celular sin importarles que enfrente de ellos está una persona que tiene el tiempo "corto”.

 Si esta tramitología desespera hasta al más paciente al estar algunas horas en las dependencias, imagínense lo que han de pasar los empresarios que quieren abrir un negocio. No hay derecho.