DESDE EL VIGÍA
Más allá de la tarifa
Ayer, durante una sesión extraordinaria de Cabildo, se aprobó por mayoría de votos un incremento condicionado a las tarifas del transporte urbano de pasajeros, que será del 30 por ciento (de 10 subirá a 13 pesos la corrida)
Sin embargo, lo que realmente requiere Ensenada y que se ha postergado desde hace décadas, es un plan maestro de movilidad social, pero eso implica tener un diagnóstico certero y visión de largo plazo, porque este puerto es una ciudad ideal para innovar en materia de transporte público y privado.
Los ensenadenses y sus autoridades hemos desaprovechado la presencia de una importante comunidad científica en la plaza, quienes podrían aportar proyectos valiosos que permitan incidir en las políticas públicas, no sólo en la cuestión de transporte, sino en el reuso del agua, rescate de espacios públicos, el reciclaje de basura, en los reglamentos de construcción por encontrarnos en una zona sísmica, por mencionar algunos temas.
Mientras tanto, los regidores que votaron a favor del aumento establecieron que antes de que entre en vigor la nueva tarifa, los concesionaros deberán evitar el trasbordo y el pago de doble pasaje, además de "estar obligados a implementar 12 rutas especiales que atravesarán en diversos sentidos toda la zona urbana de Ensenada”.
También tienen que garantizar el servicio gratuito a las personas con discapacidad, así como a otorgar descuento del 50% a los adultos mayores de 60 años y del 55% a los estudiantes.
Desde luego que la Unidad Municipal de Transporte tendrá que vigilar que en verdad se renueve el parque vehicular, que los choferes estén uniformados, que se sometan a periódicos exámenes antidoping, y que mejore el trato al usuario.
Si los cooperativistas incumplen otra vez con todos estos compromisos, el reclamo de la sociedad ya no sólo será en contra de sus futuras peticiones de aumento al pasaje, sino que el gobierno municipal les retire las concesiones.
No obstante, este conflicto pudo evitarse si los cabildos de las anteriores administraciones municipales hubieran comenzado a atender los rezagos que padecen la ciudad y sus poblados rurales.
Sin embargo, lo que realmente requiere Ensenada y que se ha postergado desde hace décadas, es un plan maestro de movilidad social, pero eso implica tener un diagnóstico certero y visión de largo plazo, porque este puerto es una ciudad ideal para innovar en materia de transporte público y privado.
Los ensenadenses y sus autoridades hemos desaprovechado la presencia de una importante comunidad científica en la plaza, quienes podrían aportar proyectos valiosos que permitan incidir en las políticas públicas, no sólo en la cuestión de transporte, sino en el reuso del agua, rescate de espacios públicos, el reciclaje de basura, en los reglamentos de construcción por encontrarnos en una zona sísmica, por mencionar algunos temas.
Mientras tanto, los regidores que votaron a favor del aumento establecieron que antes de que entre en vigor la nueva tarifa, los concesionaros deberán evitar el trasbordo y el pago de doble pasaje, además de "estar obligados a implementar 12 rutas especiales que atravesarán en diversos sentidos toda la zona urbana de Ensenada”.
También tienen que garantizar el servicio gratuito a las personas con discapacidad, así como a otorgar descuento del 50% a los adultos mayores de 60 años y del 55% a los estudiantes.
Desde luego que la Unidad Municipal de Transporte tendrá que vigilar que en verdad se renueve el parque vehicular, que los choferes estén uniformados, que se sometan a periódicos exámenes antidoping, y que mejore el trato al usuario.
Si los cooperativistas incumplen otra vez con todos estos compromisos, el reclamo de la sociedad ya no sólo será en contra de sus futuras peticiones de aumento al pasaje, sino que el gobierno municipal les retire las concesiones.
No obstante, este conflicto pudo evitarse si los cabildos de las anteriores administraciones municipales hubieran comenzado a atender los rezagos que padecen la ciudad y sus poblados rurales.
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