Hablemos de deporte

El Programa Nacional de Cultura Física y Deporte 2014-2018 fue dado a conocer a través de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. El programa, que emana del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, pretende establecer los parámetros e indicadores que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte tiene como propósito llevar a cabo en el sexenio actual.

En su exposición de motivos el Programa destaca la incorporación del deporte y la cultura física como derecho constitucional del mexicano, derecho plasmado en el artículo 4to de la carta magna. Otro aspecto importante, es la argumentación de que existen las condiciones dadas para la profesionalización de la labor de quienes se dedican a la instrucción de una práctica deportiva o a los cuerpos técnicos multidisciplinarios, destacando que "existen 90 instituciones, cincuenta y tres de ellas públicas, que ofertan diecisiete tipos de programas educativos universitarios ligados a la licenciatura en ciencias aplicadas al deporte”.

En promedio, México ocupa - en las últimas 4 ediciones de Juegos Olímpicos - el lugar número 43 del orbe, lugar muy alejado si consideramos variables como la población, el Producto Interno Bruto y la extensión territorial con la que cuenta nuestro país.

Un aspecto coyuntural en el Programa Nacional de Cultura Física y Deporte 2014-2018, es lo referente a la actividad física poblacional. Considerando que en el año 2013 se emplearon un total de 181 millones de pesos, el Estado invirtió el año pasado un total de un peso con sesenta centavos por persona, para promover su activación física.

Durante la gestión de Bernardo de la Garza, se establecieron indicadores cuantitativos en número de medallas totales para los pasados Juegos Panamericanos de Guadalajara y los Olímpicos de Londres, indicadores que en ninguno de los casos se cumplieron.

Para esta ocasión, la administración de Jesús Mena fue más precavida, argumentando que el indicador más aproximado a la valoración del resultado concebido como alto rendimiento, no deben ser las medallas del ciclo olímpico, sino el número de finales disputadas (considerando una final como la posición alcanzada entre los lugares 1 y 16 de cada disciplina deportiva).

El Programa 2014-2018 da un giro de 180 grados al trabajo realizado con anterioridad. Se han eliminado indicadores anteriores, lo cual permite concluir que no habrá seguimiento en distintas políticas públicas en materia deportiva.

Quizá esa sea una parte medular del deporte mexicano, que cada que llega un capitán diferente, lleva el barco a aguas completamente distintas a las anteriores, sin una clara visión a largo plazo y lo más preocupante, con una visión unilateral, porque de los foros para la integración del Programa y la participación social en el mismo, de eso estuvo carente.