Cetys

Por Psic. Gabriela Reyes Gutiérrez*.
miércoles, 4 de febrero de 2015 · 00:00
¿Tú discriminas?... Te invito a que lo reflexiones
No lo sé si es así … Solo que cuando estoy reflexionándolo para dar un tema o preparar un asunto relacionado con la discriminación me he dado cuenta de que este fenómeno ha ido en aumento sobre todo en temas relacionados con la diversidad, lo más relevante de esto, es que al parecer no nos hemos dado cuenta, porque ahora que he tenido la oportunidad cada vez con mayor frecuencia de compartir situaciones con personas y grupos que se enfrentan a la discriminación o cuando he informado  sobre ello, incluso defendido y gestionado sobre los derechos de las personas y niños que pertenecen a los grupos vulnerables,  me doy cuenta con cierta vergüenza de nuestra tremenda dificultad para respetar e incluir a las personas, niños y jóvenes expuestos a una situación que les coloca en el rango de vulnerables. 
La mayoría de las situaciones de discriminación están originadas  principalmente por dos tipos de barreras que impiden la participación y la igualdad de oportunidades , una de ellas la Información y quizá un poco más fácil de solventar. La segunda -y desde mi experiencia más difícil- es la de Actitud, desde luego existen más barreras que impiden la igualdad de oportunidades, no obstante, en esta ocasión nos centraremos únicamente en las dos referidas, con el objeto de que la información sea un escalón para picar piedra en el cambio de Actitud.  
En el 2010, en La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis), se señala que: "La Discriminación es un problema social arraigado históricamente dentro de nuestra cultura. Puede presentarse en cualquier espacio de convivencia social como la familia, la escuela, el trabajo, así como en las calles o cualquier espacio público. Como consecuencia de ese acto, se violan los derechos de las personas o se les niegan las mismas oportunidades que a los demás”.
No debemos olvidar que en  el artículo 1ro de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, fundamenta nuestros derechos humanos. Por ello, cualquier persona que sea testigo de discriminación o que se encuentre expuesta a ella puede demandar en la institución correspondiente. Sin embargo y al margen de que sabemos, ahora que existen leyes, derechos, normas, protocolos de actuación y demás ante grupos vulnerables (niños, personas con discapacidad,  grupos indígenas, adultos mayores, trabajadoras domésticas, entre otros) seguimos ya sea siendo testigos indiferentes ante dicho fenómeno o siendo participes de la discriminación. 
Cuántas veces hemos incurrido en ello, por lo que sea… A que sí… Y aunque es penoso tengo muchos ejemplos que no puedo compartir en este espacio, sin embargo, dejaré a tu conciencia echar mano de tu propia experiencia, porque sabes… Estoy segura que si estás leyendo este artículo es porque tienes sensibilidad y si así es, la tienes por vivencia, por participación indirecta o por discriminación, por tanto en el ejemplo que has elegido, has hecho algo al respecto, qué debías hacer y no hiciste, qué te faltó para poderlo haber hecho: Información, tiempo, ganas, empatía.
Siempre tendremos oportunidades, que desafortunadamente o afortunadamente se dan día a día, te invito a ser inclusivo respetando los derechos de los demás, simplemente si vez a una persona con discapacidad, déjalo pasar primero, ofrécele tu ayuda, no te estaciones en sus lugares, sede tu silla a un adulto, a una mujer embarazada, respeta a los que hablan o visten diferentes. ¡Ves es  muy fácil ser incluyente en lo cotidiano!

*Docente de asignatura en la Maestría en Educación de Cetys Universidad 
centrolapersona@yahoo.com.mx

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